En memoria de la Federación de Chiapas a México, les dejamos estos versos escritos por un capitalino.
De este modo escribe Gustavo Hernández Larrauri, un chilango y coyoacanense de nacencia, chiapaneco de corazón y coleto de adopción:
Cada palabra que me arrancas, una a una,
es como un verso en que me alumbras,
como el tiempo de mil lunas y entre soles.
Haces de tu suelo el suelo fértil de mis sueños,
inspiras con tu aire a más de uno en un sueño de mil sueños,
enamoras con tu tierra y tus cielos corazones de otros suelos.
Insigne, perenne, magnánima, convergente, divergente,
gran cultura étnica de amalgama en un mosaico y universo,
pinceladas de tu pueblo en trazo exacto sembrado en un juego de colores.
Artesana que tejes con tus hilos bordando una a una tus estrellas,
madre eterna de vidas, en madres que cultivan la semilla en su cuerpo,
tejedora de aventuras, de sabores, de sonidos, de cultura,
de grandezas naturales y de historia.
Pasajera en el mismo tiempo de un destino, nuestro México,
compañera de historias forjadas con momentos de vida y alianza,
madre e hija de los pueblos emanados en raíces precolombinas.
Arquitecta de estructuras conformadas en ciudades mágicas, místicas,
experta de barroco, de mudéjar, alumbrada de farol y tapada con la teja,
labrada en ríos, selvas, cañones, lagunas, mares,
montañas, manglares, ámbares y jaguares.
Silente soñadora eres de un pueblo grande como el reflejo de su tierra,
soñadora silenciosa de los sueños de quien sueña en ti,
madre que cobija con sus alas a gente buena de tierra buena,
en el Chiapas, en el Chiapas, que se vive en ti…
Para Chiapas, como agradecimiento por haberme recibido en sus brazos desde 1981.
Los derechos de inclusión, el gran tema de las elecciones del 2021: IEPC
Parlamento Juvenil 2019, espacio para el análisis y participación democrática
Candidato del PRI al Gobierno de Zacatecas y su esposa ocultan compra de residencias en Miami