Ery Acuña (((Monitor Sur))) Jueves 19-junio de 2014
Suchiapa, Chiapas.- Es una semana donde tigres y venados salen a bailar por las calles del valle central de Chiapas.
Se le conoce como la danza del Calalá o del venado, y su importancia radica en que se celebra desde tiempos prehispánicos, al menos, desde hace cinco siglos.
“Esto se venía celebrando por las necesidades del agua, el sufrimiento de la gente, el alimento que no daba, y ahí vienen haciendo esto.”, dice Ausencio Calvo, uno de los danzantes del municipio de Suchiapa.
La danza refleja una batalla entre el bien, representados por venados y gigantes, y el mal, por chamulas. También intervienen tigres y el Quetzalcóatl, con cara de serpiente y plumas en el cuerpo.
En la actualidad se venera al Santísimo Sacramento del Altar durante la semana del Jueves de Corpus Christi, el cual, según una leyenda, se apareció entre los árboles y es encantado.
A él es a quien los pobladores se encomiendan cada año.
“Vienen a pedir que tengan bien la salud de su familia, que las cosechas sean bien este año, y que Dios Todopoderoso y el Santísimo Sacramento del Altar los bendiga”, dice don César Nucamendi, procurador Tradicional de Fiesta.
La fiesta dura toda la semana en los municipios de Chiapa de Corzo, Acala y Suchiapa, dondelos habitantes aún recuerdan a los viejos Dioses del mundo prehispánico.
“Tenían su Dios del agua, el Dios del viento, el Dios de la sabiduría”, señala Ausencio Calvo.
La danza del Calalá o del venado es un herencia de los indios chiapanecas, que hoy sus descendientes reviven cada año. (MS)
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