Ciudad de México, 23 de marzo 2015 (Círculo Digital).- El gobierno federal enfrenta una situación difícil, ya que la caída del petróleo y el aumento del precio del dólar ha afectado de manera inminente la economía, por lo que, el titular de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), Luis Videgaray, aseguró que para encarar la problemática se seguirá apretando el cinturón, sobretodo para el 2016.
A pesar de las condiciones económicas que prevalecen, se ven remotas las posibilidades de activar el artículo sexto del Acuerdo de Certidumbre Tributaria, el cual establece que el Ejecutivo propondrá modificaciones en materia de impuestos en respuesta a eventos macroeconómicos sustanciales.
“Definitivamente estamos muy lejos que se den estas condiciones. Lo que hoy el entorno macro requiere es que el gobierno haga el esfuerzo que le corresponde”, comentó el secretario de Hacienda. Además, agregó que “tenemos los instrumentos para actuar con responsabilidad por la vía del gasto público; pero el compromiso del Presidente es claro, él no va a proponer ni nuevos impuestos ni aumentarlos cuando hay otros instrumentos como reducir el gasto del gobierno para evitar ese escenario”.
En cuanto al documento de precriterios de política económica 2016, informó que anteriormente, pasaba por inadvertido, y ahora tiene mayor importancia porque se tiene un panorama para 2016 de gran incertidumbre, por lo que, se hará una revisión completa: de duplicidades en dependencias; de programas que ya no cumplen con sus objetivos.” A esto le llamamos la metodología de base cero y es lo que estamos haciendo”, señaló el funcionario federal.
En primer lugar tenemos la incertidumbre sobre los mercados internacionales y los flujos de capital derivado de la política monetaria, de un lado de Estados Unidos, donde van al alza las tasas de interés, y, por el otro lado, en Europa, Japón e incluso China, donde se están relajando las condiciones. Entonces, esto implica un cambio, un realineamiento de los portafolios de los inversionistas en todo el mundo, (y) es difícil de predecir que va a pasar con los precios de los activos, con las tasas de interés, con los tipos de cambio para 2016.
En segundo lugar, tenemos algo importante para las finanzas públicas mexicanas que es el precio del petróleo. No es posible desde ahora prever con certidumbre un precio del crudo para 2016, lo que es muy poco probable que veamos cotizaciones tan altas como las que tuvimos los últimos 4 o 5 años, será un contexto macroeconómico diferente al de otros años donde tendremos que manejar rangos de pronóstico y, sobre todo, lo importante es que es el primer paso en el armado de lo que será el presupuesto de 2016 que tiene que tener una lógica diferente.
Asimismo, destacó que otro de los retos más importantes es fortalecer la credibilidad y, sobre todo, la confianza en las instituciones y en la actuación del gobierno. Ante esto, precisó que para lograr la confianza, se trabaja con cada uno de los sectores de la economía y dando resultados concretos, pues admitió que la confianza no se restituye de manera inmediata con un solo acto, “es el conjunto de actos que sean consistentes y congruentes con los objetivos de política pública lo que la restablece”.
Al respecto, detalló la importancia de la ley anticorrupción, que en breve aprobará el Congreso, misma que equiparó, en su trascendencia, con la autonomía del Banco de México (Banxico) o la creación del Instituto Federal Electoral. “Es un paso institucional importante que tendrá consecuencias positivas en el corto plazo, pero sobre todo hacia el futuro”, estableció.
En cuanto al tema de volatilidad financiera, señaló que es un fenómeno global, no es exclusivo de México. Se está apreciando el dólar frente a todas las monedas; tenemos una abrupta caída del precio del petróleo que difícilmente se va a recuperar a los precios que nos tenía acostumbrados y ante esa situación tenemos que ajustarnos, tenemos que tomar las decisiones a tiempo para asegurar que este entorno internacional no se traduzca en una afectación a la economía de las familias mexicanas y a la estabilidad macroeconómica.
“Para eso contamos con buenos fundamentales, tenemos fundamentos sólidos en nuestra economía, en cuenta corriente, en el tamaño de la deuda del sector público con respecto al PIB, tenemos reservas internacionales, etc., y, segundo, tomar decisiones oportunas y decididas en los instrumentos de la política económica disponibles para enfrentar estas situaciones en la política fiscal, en la política monetaria, en la política cambiaria”, puntualizó, Videgaray.
En materia fiscal lo hemos hecho, anunciamos un recorte relevante al gasto público, un ajuste del 0.7% del PIB, lo hicimos de manera preventiva para asegurar que este entorno financiero internacional no ponga en riesgo la credibilidad de las finanzas públicas, en materia cambiaria hemos tomado algunas decisiones para asegurar el funcionamiento claro y líquido. En materia cambiaria hemos tomado algunas decisiones para asegurar el funcionamiento ordenado y líquido del mercado cambiario.
El Banco de México hará lo propio en su momento con respecto a la política monetaria, es decir, estamos actuando de manera coordinada, nos estamos ocupando de que este contexto internacional, que es un reto complejo y serio, no se traduzca en inestabilidad en nuestra economía doméstica. (Con información de El Universal y El Financiero)
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