Agencias / MonitorSur, Ciudad de México.- Alex Cora quiere dejar algo claro: Se mereció perder este año el empleo de sus sueños como manager de los Medias Rojas de Boston.
Pero el boricua está también ansioso por demostrar que se merecía esta segunda oportunidad de dirigir al equipo al que condujo al título de la Serie Mundial en 2018.
Cora fue presentado como nuevo piloto de los Medias Rojas el martes, apenas 10 días después de que terminó de purgar la suspensión de una temporada que le impusieron las Grandes Ligas por su participación en el escándalo de robo de señales de los Astros de Houston en 2017, cuando el equipo conquistó el Clásico de Otoño.
En aquel año, Cora era coach de banca de Houston. Boston lo contrató en noviembre de 2017 como manager, y conquistó el campeonato en 2018, tras conseguir 108 triunfos en la temporada regular, un récord de la franquicia.
Ahora, tiene de nuevo la misión de reconstruir, tanto su reputación como un equipo cuya nómina luce totalmente distinta de aquella que dirigió el puertorriqueño.
“Ha sido un año difícil”, reconoció Cora el martes. “Yo pasaba tiempo en casa por todos los motivos equivocados. Debo disculparme por ello. Me merecía lo que me pasó este año. Es algo de lo que no estoy orgulloso. Pasamos por todo el proceso… Al final, recibí mi castigo y lo cumplí. Puse a esta organización en un lugar complicado, y lamento eso”.
Incluso en enero, cuando Cora se marchó del club, el dueño de los Medias Rojas John Henry, el jefe de la junta Tom Werner y el presidente Sam Kennedy dejaron clara su afinidad con el manager, si bien reconocieron que lo correcto era dejar que se marchara.
Pero bajo las órdenes del nuevo piloto Ron Roenicke, el equipo quedó último de la División Este de la Liga Americana. Roenicke se quedó sin empleo, y Kennedy dijo que el club le dejó claro al nuevo jefe de operaciones deportivas Chaim Bloom que estaba en sus manos el proceso y la decisión de contratar al nuevo piloto.
Le reiteraron la encomienda en septiembre, durante una reunión en la que participaron Bloom, el gerente general Brian O’Halloran, el grupo de dueños y Kennedy.
“¿Le hicimos saber cómo nos sentíamos respecto de Alex? Sin duda”, dijo Kennedy. “Fuimos sinceros, genuinos y directos acerca de que apoyaríamos la posibilidad de que Alex volviera si Bloom y sus compañeros sentían que era lo correcto para los Medias Rojas de Boston. Pero ellos debían tomar la decisión.
Bloom, contratado durante el receso previo a la temporada de 2019, sólo había trabajado unos meses junto a Cora antes de que el manager se marchara. Así, sus primeros mensajes y llamadas a Cora, unos días después de la Serie Mundial, buscaron conocerlo más.
“Sinceramente, cuando ocurrió la suspensión, esto fue lo último que yo estaba pensando”, dijo Cora acerca de la posibilidad de volver. “Necesitaba atender muchas cosas en el nivel personal y familiar, y el béisbol era lo último en lo que yo pensaba. Nunca vi venir este día, pero poco a poco, las conversaciones se volvieron más profundas”.
Por último, resaltó que fue difícil ver los Red Sox durante la temporada, pues sabía que estaban pasando por un periodo complicado firmando una marca de 24-36 en 2020, el peor porcentaje de victorias de la franquicia desde 1965.
“Como aficionado, porque en eso me convertí durante el verano, fue difícil de ver. Realmente me preocupo por la organización, y fue difícil verlos luchar como lo hicieron”.
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