Agencias / MonitorSur, Xalapa, Veracruz .- El consumo mundial de petróleo no ha alcanzado un máximo, advirtió el responsable de la Agencia Internacional de Energía, enfriando toda esperanza de que el coronavirus limite la demanda y reduzca las emisiones que impactan el clima.
«En ausencia de políticas gubernamentales fuertes, una recuperación económica sostenida y los bajos precios del petróleo probablemente llevarán la demanda mundial al nivel previo, y más allá», dijo Fatih Birol en una entrevista.
El mundo consumió el año pasado casi 100 millones de barriles diarios de petróleo, y algunos en la industria energética creen que eso podría representar el pico de la demanda mundial. Su hipótesis es que la pandemia de coronavirus provocará cambios, como el trabajo remoto y menos viajes al extranjero, lo que reducirá el consumo de forma permanente.
«¿Podría ser el pico del petróleo? Posiblemente. Posiblemente. No lo descartaría», dijo el jefe de la petrolera británica BP Plc, Bernard Looney, al Financial Times.
De ser cierto, ello tendría enormes consecuencias para el cambio climático ya que quemar menos petróleo reduciría permanentemente las emisiones de efecto invernadero, facilitando el camino para el cumplimiento de los objetivos del Acuerdo climático de París. Pero Birol advirtió a los Gobiernos que el coronavirus solo reducirá brevemente la demanda de petróleo, ya que el consumo bajará en 2020 a aproximadamente 91 millones de barriles por día, antes de recuperarse en 2021 y más allá.
«Los cambios de comportamiento en respuesta a la pandemia son visibles, pero no todos son negativos para el uso del petróleo. Las personas trabajan más desde casa, pero cuando viajan, es más probable que lo hagan en automóviles que en transporte público», dijo a Bloomberg News desde París. «Las videollamadas no resolverán nuestros problemas energéticos y climáticos, las buenas políticas gubernamentales sí podrían hacerlo».
Birol está instando a los Gobiernos a usar los paquetes de recuperación económica para combatir el cambio climático, gastando en energía limpia para ayudar a lograr los objetivos establecidos en el acuerdo de París de 2016.
El objetivo más ambicioso establecido en el acuerdo climático de París, que limita el aumento de la temperatura a 1.5 grados centígrados, requerirá que las emisiones globales anuales se reduzcan aproximadamente a la mitad para 2030 y lleguen a cero a mediados de siglo. Sin cambios estructurales profundos, se espera que las emisiones aumenten nuevamente cuando las economías se recuperen.
La industria petrolera está haciendo cambios radicales en un esfuerzo por adaptarse a los objetivos climáticos de París, y las principales petroleras como BP, Royal Dutch Shell Plc y Total SA, prometen reducir las emisiones de manera significativa e invertir más en energía renovable a medida que se ven presionadas por accionistas más conscientes a nivel ecológico. No obstante, activistas advierten que es poco probable que los recortes sean suficientes para evitar que las temperaturas aumenten a niveles peligrosos.
«Si hay una fuerte recuperación económica, los consultores de negocios estadounidenses que usan Zoom no compensarán a 150 millones de nuevos residentes urbanos en India y África que viajan, trabajan en fábricas y compran productos transportados por camiones», dijo Birol.
Birol trazó paralelos con la crisis de 2008-09, cuando la demanda de petróleo también sufrió una importante caída anual, antes de que el consumo volviera a aumentar. Los paquetes de recuperación económica no se centraron en aquel entonces en la energía verde y el ahorro, perdiendo la oportunidad de abarcar el desafío del cambio climático.
La AIE, que asesora a los países más ricos del mundo en política energética, se adhiere a su opinión de que la demanda mundial de petróleo continuará aumentando durante la próxima década más o menos, antes de alcanzar un punto plano alrededor de 2030. En un reporte publicado en noviembre de 2019, la agencia dijo que el consumo mundial de petróleo probablemente alcanzaría unos 105 millones de barriles por día para 2030 y unos 106 millones para 2040 a falta de nuevas políticas gubernamentales.
En su análisis a largo plazo de 2019, la AIE asumió importantes ahorros de petróleo por la venta de vehículos nuevos durante las próximas dos décadas. El uso de motores más eficientes en combustible reduciría 9 millones de barriles diarios de demanda, mientras que el crecimiento de autos eléctricos desplazaría unos 4 millones al día. Pero es probable que la crisis económica actual reduzca las ventas de automóviles por un tiempo, manteniendo activos a autos menos eficientes.
«Menos ventas de autos significa que los autos más viejos permanecen en el panorama», dijo.
Con información de la agencia ‘Notimex’.
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