I. Problemática entre infectados de Covid-19, familiares y el Sector Salud
El Instituto para la Protección de los Derechos Humanos, con fundamento en el artículo 8vo constitucional, solicita al Gobierno del Estado de Campeche y/o autoridades federales, tener en consideración los hechos que se manifiestan en este comunicado, los cuales ponen en riesgo el derecho humano a un trato digno, a la salud, a la verdad, a la libertad ideología y a un ambiente adecuado de trabajo.
- Falta de personal médico especializado
De una entrevista realizada a médicos que atienden casos de covid-19 y pacientes con dicho padecimiento, hemos advertido que no hay personal suficiente para atender los casos, por ejemplo, nos comentan que el hospital con más médicos tiene 32, pero de ese total hay que descontar a los médicos que por formar parte de la población de riesgo están de licencia, a los que están incapacitados y a los médicos que fallecieron en los últimos meses por contagio de covid-19 en el ejercicio de sus funciones. Se habla de muy pocos médicos para decenas de pacientes infectados, aspecto inaceptable debido al desgaste físico y emocional que provoca.
Ahora, debido a que los hospitales no tienen especialistas suficientes, se habla de pediatras, psiquiatras o cualquier otro profesional apoyando a pacientes de covid, lo anterior nos lleva a que cuando un paciente necesita apoyo respiratorio como usar el ventilador artificial, en muchas ocasiones, esto se ve afectado por variaciones en la presión de oxígeno o por el extremo de no haber oxígeno.
- Falta de camas
Aunque los medios de comunicación difunden datos públicos del Gobierno consistentes en la existencia de 35% de camas disponibles para la atención de enfermos por covid-19. lo cierto es que los pacientes provenientes de municipios son rechazados por ausencia de espacio en hospitales públicos en la capital de Campeche.
Nos informan que en dichos hospitales, hay aproximadamente 200 camas pero realmente operan menos debido a que hay cama pero no hay personal médico suficiente para atender cada cama con la diligencia debida o hay cama pero no hay monitor o hay cama pero no hay ventilador artificial o hay cama pero no tiene conexión para oxígeno o hay cama con conexión para oxígeno o respirador artificial pero no hay médico o hay respirador artificial y cama pero no hay oxígeno o médico.
Si bien se dice que hay camas, lo cierto es que no todas son para atender covid-19, porque no todas tienen las conexiones, especificaciones o aparatos adecuados para suministrar oxígeno, conectar un monitor o un ventilador artificial.
De nada sirven las camas si no son adecuadas. No obstante, del universo total de camas en Campeche con o sin oxígeno con o sin respiradores, todas están ocupadas o al menos eso parece por el rechazo de pacientes, quienes cuando les va bien son recibidos y puestos en sillas de ruedas, no en camas o tienen que realizar un peregrinaje indigno y suplicar su atención en múltiples hospitales públicos.
- Falta de oxígeno suficiente o de respiradores
Las empresas que dotan de oxígeno a los hospitales están rebasadas y no pueden brindar oxígeno suficiente, por lo que de nada sirve recibir un paciente de covid-19, ponerlo en una cama cómoda si no se le pone oxígeno o, en su caso, un respirador artificial, entre otros temas.
- Violación a la libertad religiosa o filosófica del paciente o de sus deudos
Todo enfermo tiene derecho a comunicarse con sus familiares o gente de confianza, lo cual no está aconteciendo. Algunos pacientes entran con fiebre y dificultades respiratorias, pero durante su ingreso ante la ausencia de oxígeno o de un respirador artificial, surge una obvia complicación en su salud y horas después, por lo regular, muere, circunstancia que no es informada a tiempo a los familiares o persona de confianza del paciente, posibilitando lesiones en el patrimonio o relaciones civiles del enfermo fallecido con relación a terceros, detrimentos que están siendo provocados por un inadecuado protocolo de interlocución.
Urge que así como se hicieron zonas covid, se brinden espacios para que bajo el propio riesgo de los familiares, amigos o conocidos y con medidas extremas de precaución, puedan entablar algún tipo de comunicación con el enfermo terminal o en vísperas de fallecer.
Se entiende que desean evitar contagios pero dicha intervención del Estado no puede ser por encima de la dignidad del paciente, de familiares o dependientes, incluidas sus mascotas, menos del derecho a una muerte digna.
Además, la comunicación debe hacerse bajo estrictos protocolos de seguridad y bajo el riesgo del familiar que por lo regular ya tuvo contacto por más de 8 días con el infectado, incluso contacto íntimo, por lo que impedirle ver al enfermo o notificarle 48 horas después de que el paciente falleció, es una infamia que no puede realizarse y tolerarse.
Cada quien es libre de decidir si entra o no a despedirse de su familiar o amigo infectado, en pocas palabras, el paciente tiene derecho a los santos óleos o a cualquier tipo de descanso ideológico o asistencia filosófica, familiar o de amistad.
- Desgaste acumulado en la atención por parte de médicos y personal de apoyo
La gente debe esperar de 8 a 12 horas para ser atendidos, plazo en el que se dan de alta otros pacientes o fallecen, pero de poco sirve ingresarlos si no hay oxígeno para dar al paciente.
También ocurre que la presión del oxígeno es muy baja debido a que muchos enfermos están conectados y ello complica el cuadro de la enfermedad; y la gente que requiere de un respirador o ventilador artificial difícilmente tiene acceso a ello debido a que todos están ocupados.
Lo anterior hace que los médicos se desgasten y comiencen a tener cuadros de ansiedad, depresión y ataques de pánico, pues por más que ejercen su profesión la gente está muriendo al no tener condiciones adecuadas para superar la enfermedad.
- Falta de herramientas de trabajo
Los médicos comentan que no hay batas o trajes adecuados, ni caretas o cubre bocas eficientes para ejercer su trabajo y combatir el covid.
- Falta de transparencia y apoyo institucional
El Gobierno no ha resuelto las ausencias de insumos y recursos humanos que motivan la queja de pacientes, familiares o gente de confianza de los enfermos, tampoco atiende las necesidades de los médicos o instalaciones de salud, las cuales se han visto rebasadas.
El Estado se ha dedicado a decir que hay camas suficientes y a intentar generar confianza en la población al expresar que todo padecimiento está o será atendido, provocando que la gente salga más a la calle y crea que cuando se infecte, será atendida y salvaguardada su salud, percepción totalmente errónea porque no hay médicos suficientes para atenderlos y las camas de nada sirven sino son las adecuadas para dar un tratamiento, sobre todo si no están habilitadas para dar oxígeno, conectar un monitor o poner un ventilador artificial.
El gobierno debe sensibilizar a la población de que la pandemia está fuera de control y que no hay posibilidad suficiente en en el sector salud para mediar la problemática.
Es necesario que el gobierno reconozca la severidad y alcance de la pandemia y se cuestione qué tan útil y cierto es que el Estado de Campeche tiene condiciones efectivas para haber pasado de semáforo rojo a naranja, aspecto contradictorio al ser claro que el número de casos ha incrementado y se encuentra fuera de control.
No se puede sensibilizar a la población con respecto a la gravedad de la pandemia si mandan mensajes incongruentes.
Decir “pasamos de semáforo rojo a naranja, todo va mejor”… cuando los hospitales y sistema de salud están al borde del colapso, confunde a la población y facilita que no sigan indicaciones de sana distancia y resguardo
- Falta de humanidad en el trato de los restos humanos
Cuando un paciente de covid-19 fallece, el cuerpo tiene que esperar de 24 a 48 horas para ser transportado y cremado, plazo en el que los deudos no tienen ningún tipo de conocimiento sobre la salud de su familiar y tampoco cuando éste muere.
II. Derechos humanos violados
- Al médico y personal de apoyo: 1o, 4o, 5 y 123 constitucional
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Al paciente: 1o, 4o, 6o, 24 y 130 constitucional
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A los familiares o personas cercanas del paciente: 1o, 6o, 24 y 130 constitucional
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A la sociedad: 1o, 4o y 6o constitucionales
III. Posibilidades de instar acciones administrativas y/o judiciales contra del Estado ante las presuntas anomalías indicadas en este comunicado
Todo afectado directo o indirecto por el Estado en el ejercicio de sus funciones o todo afectado directo o indirecto por el Estado en la preservación de su salud, puede demandar ante instancias administrativos y/o judiciales la reparación de los daños ocasionados o la indemnización que en derecho corresponda. La base de la acción será la omisión, la imprudencia o el dolo con que actuó o actúa la Federación, los estados o los municipios durante la prevención y combate a la pandemia.
IV. Peticiones y recomendaciones
- Atender la necesidad de un número efectivo de médicos que supervisen a pacientes de covid-19. evitando que un solo médico atienda a más de 3 personas con ese padecimiento;
Atender la demanda de camas pero con los aditamentos necesarios para suministrar oxígeno, conectar un monitor o respirador artificial;
Brindar herramientas de trabajo que protejan la salud y la vida de quienes colaboran en la atención de pacientes infectados de covid-19;
Establecer un protocolo efectivo de comunicación y protección de la salud entre pacientes con covid-19, sus familiares o personas de confianza;
Evitar que los cuerpos sin vida por covid-19, estén apilados o amontonados por más de 24 horas;
Acompañamiento psicológico o psiquiátrico a médicos y personal de apoyo que sufre de ansiedad, insomnio, crisis de pánico, desesperanza y otros padecimientos que afectan su desempeño profesional, familiar o de esparcimiento;
Brindar descansos, bonos y reconocimientos a su labor para incentivar su desempeño;
Adjudicación directa a empresarios o grupos de personas que han realizado respiradores artificiales eficientes para atender los padecimientos; e
Informar a la población la realidad respecto a la insuficiencia de personal médico y de camas adecuadas para atender covid-19, ello es indispensable para que la gente pueda tomar medidas y deje de tener una percepción errónea respecto a que el sector salud puede, en todos los casos, salvarle la vida.
Derecho, dignidad y justicia
Ciudad de México, julio 7, 2020
Enrique Carpizo Aguilar
Presidente del Instituto para la Protección de los Derechos Humanos
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