Agencia / MonitorSur, Ciudad de México.- Unos científicos de la Universidad de Samara en Rusia han presentado un prototipo de sistema de propulsión para el nanosatélite maniobrable SamSat-M. Se suele llamar “nanosatélite” a cualquier satélite con una masa de entre 1 y 10 kilogramos.
El sistema de propulsión presentado para este nanosatélite (sus dimensiones son 10 x 10 x 30 cm) es electrotérmico y se basa en una mezcla de agua destilada y alcohol etílico. Esta elección química permite obtener fácilmente una alta tasa de producción de vapor, y, a resultas de ello, una alta velocidad de maniobra.
Además, la adición de alcohol (alrededor del 40 por ciento de la mezcla) evita la congelación del material a bajas temperaturas en órbitas cercanas a la Tierra. Tal como advierten los creadores del nuevo sistema de propulsión, dicha mezcla es segura, dado que no contiene componentes que se autoinflamen, no es tóxica y no ocasiona daños medioambientales.
El peso máximo del innovador sistema de propulsión, completamente lleno de combustible, es de 1,55 kg. La mezcla líquida de agua y alcohol posee una masa total de 450 gramos y se almacena en un tanque.
Según sus creadores, el nuevo motor es aplicable a cualquier satélite del tipo CubeSat. La utilización de este sistema de propulsión podría expandir grandemente las capacidades de los nanosatélites.
Los científicos también enfatizan: además de resolver las tareas de diseño tradicional para optimizar la masa, las dimensiones y las características energéticas de los nanosatélites, uno de los problemas más urgentes es la creación de un sistema confiable y relativamente barato para lanzar dichos dispositivos a la órbita.
Una de las soluciones óptimas para este problema es el lanzamiento de nanosatélites mediante “carga útil superpuesta”, a bordo de un gran satélite portador, o dentro de los compartimentos de las etapas ya gastadas de los cohetes portadores.
Al mismo tiempo, para los operadores de lanzamientos espaciales, es importante minimizar cualquier riesgo que pueda afectar la salida de la carga objetivo, incluidos los riesgos de autoignición de cualquier componente dentro de los vehículos que pasan. Los desarrolladores enfatizan que este motor puede equiparse con cualquier vehículo espacial CubeSat.
El uso del sistema de propulsión amplía enormemente las capacidades de los nanosatélites. Como parte de una agrupación en el espacio exterior, pueden resolver problemas aplicados, que no pueden resolverse con una sola nave espacial. Así, un grupo de nanosatélites puede estudiar los campos geofísicos, la termosfera y la ionosfera de la Tierra para predecir desastres naturales, para detectar un peligro de asteroide, y para inspeccionar el estado de las naves espaciales en el espacio.
En este momento, los científicos de la Universidad de Samara han desarrollado un conjunto completo de documentación de diseño y han producido un prototipo del sistema de propulsión en una mezcla de agua y alcohol.
En la universidad, existen pruebas del motor prototipo para identificar deficiencias para un mayor refinamiento. Paralelamente, el personal del Departamento Interuniversitario de Investigación Espacial diseña un nanosatélite experimental para realizar pruebas de diseño de vuelo.
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