El esquema de pensiones para el retiro del personal de la Comisión Federal de Electricidad echa chispas.
El choque entre el Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (Suterm) y la empresa se debe a que el primero se niega a la desaparición del plan de pensiones privado —Fondo de Previsión social para Jubilación con el convenio CFE-SUTERM 20/2008—, diseñado y negociado a lo largo del 2007 y que está vigente para los trabajadores que ingresaron desde el 19 de agosto del 2008, en el que se abre la oportunidad de realizar aportaciones voluntarias para el retiro.
Este plan se diseñó bajo el supuesto de que la población de trabajadores activos tiene un crecimiento del orden de 1% anual, mientras que la de pensionados lo hace a 7% anual.
El objetivo de la empresa es que este programa, que fue denominado Cuenta Individual de Jubilación —del cual una parte del recurso viene del trabajador, y otra, de la empresa productiva del Estado—, desaparezca y dé pie a que sean las afores las que atiendan a los electricistas, como si fueran jubilados de empresas 100% privadas.
“Las relaciones contractuales entre empresa y sindicato no están en el mejor momento posible”, refirió una fuente cercana a las negociaciones, “hay una gran presión natural porque al cambiar el esquema financiero se modifica el futuro de la empresa”.
La posición que prevalece al interior de la CFE es: convertir parte del pasivo laboral en deuda, un esquema similar al que se hizo recientemente en Pemex, ya que de esa manera se generan ahorros importantes por la reducción de los costos financieros. El Estado puede lograr un manejo de deuda mucho menos costoso que lo conseguido por la estatal.
Si en la renegociación del contrato colectivo del trabajo se obtienen mejores condiciones para transferir parte del pasivo laboral, lo que ocurrirá en primera instancia es que los trabajadores deberán hacer aportaciones directas, les quitarían su régimen actual de pensiones y jubilaciones y pasarían todos a cuentas individuales; si el proceso es mucho más agresivo, los trabajadores sindicalizados pasarían a un esquema de afores, similar al que tiene el resto de los empleados del país.
La fuente explicó que la decisión de transferir estos pasivos al Estado es parte de la reforma que se hizo en la Ley de Presupuesto, Contabilidad y Gasto Público, así como de los cambios que se iniciaron en el 2008, pero una parte de este proceso lo sigue poniendo la CFE.
Si se hacen los cambios en el Contrato Colectivo de Trabajo, explicó la fuente, 100% de los recursos de la jubilación deberá provenir de los bienes propios del trabajador.
Con información de El Economista.
Los derechos de inclusión, el gran tema de las elecciones del 2021: IEPC
Parlamento Juvenil 2019, espacio para el análisis y participación democrática
Candidato del PRI al Gobierno de Zacatecas y su esposa ocultan compra de residencias en Miami