Por Ana Lorena Mendoza Hinojosa/Ciudad de México.- El Mundial de futbol que se celebrará en 2026, le dará a la región de América del Norte una dimensión internacional por encima del pacto que hasta ahora los integra en un poderoso intercambio comercial.
Canadá, Estados Unidos y México serán la gran sede que albergará la Copa del Mundo organizada por la FIFA, y que convertirá a México en el primer país que será anfitrión por tercera ocasión de un mundial de futbol.
El de 2026 será el mundial más grande de la historia, según se anunció en Nueva York al revelar el nombre de las 16 ciudades que serán las sedes de la Copa del Mundo. Ciudad de México, Guadalajara, Monterrey, Vancouver, Seattle, San Francisco, Los Ángeles, Kansas City, Dallas, Atlanta, Houston, Boston, Toronto, Philadelphia, Miami y Nueva York, serán las urbes en donde 48 equipos buscarán el campeonato mundial.
Según la Federación Mexicana de Futbol “esta Copa del Mundo muestra la capacidad de tres países de trabajar en conjunto con sus autoridades de gobierno para realizar un evento deportivo que marcará un antes y un después en la historia”.
“Hoy es un día histórico para todos los habitantes de esas ciudades y estados, para la FIFA, para Canadá, Estados Unidos y México, que ofrecerán el mayor espectáculo del mundo. Estamos deseando trabajar con ellos para ofrecer lo que será una Copa Mundial de la FIFA sin precedentes y que cambiará las reglas del juego en nuestro empeño por hacer que el fútbol sea verdaderamente global”, señaló Gianni Infantino, presidente de la FIFA en el evento en el que se dieron a conocer las ciudades sede de la Copa del Mundo.
La Federación Mexicana señaló que “la infraestructura y las facilidades de las ciudades y los estadios, sumadas a la capacidad y la experiencia de toda la gente que participará en la máxima fiesta del fútbol en el 2026, convertirán esta experiencia en un gran legado para los aficionados del fútbol mundial”.
Pero la organización de la Copa del Mundo en América del Norte no sólo tiene relevancia en el ámbito deportivo, sino que destaca por la integración de una región que ha estado tradicionalmente bajo la tutela de Estados Unidos y la influencia del Tratado de Libre Comercio.
Desde 1992, año en el que se firmó el Tratado de Libre Comercio (TLCAN), los países de América del Norte mantienen un continuo flujo comercial que ha permitido el complemento de las tres economías y la consolidación de un poderoso bloque económico.
Ratificado en 2018 el TLCAN se convirtió en T-MEC, Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá, destinado a enfrentar los desafíos comerciales del siglo XXI y a fortalecer los lazos culturales entre los tres países.
Con el anuncio de las 16 ciudades sede de la Copa del Mundo en 2026, América del Norte se consolida como un bloque regional que no sólo comparte intereses económicos y se dispone a organizar uno de los eventos deportivos más importantes del mundo
El reto es, como lo señaló el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, que México, Estados Unidos y Canadá, ofrezcan “el mayor espectáculo del mundo”, una Copa Mundial “sin precedentes que cambiará las reglas del juego” y consiga que “el fútbol sea verdaderamente global”.
El reto no es menor y América del Norte buscará cumplir con el compromiso internacional, una labor que dimensiona a la región más allá de sus pactos comerciales y consolida entre los tres países los lazos culturales.
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