Agencias / MonitorSur, CIUDAD DE MÉXICO .- Una viuda viviendo una realidad que a más de uno no le gustaría vivir cuando llegue el momento de la jubilación: seguir trabajando por pura necesidad, sin techo propio y en un mercado que discrimina la edad. Esta es la historia de Nomadland, la ganadora de tres premios Óscar a mejor película, director para Chloé Zhao (haciendo historia como la segunda mujer en jamás ganar el galardón en 93 años de ceremonias) y actriz para Frances McDormand.
Sin embargo, lo que podría parecer un drama de ficción que cuenta una historia de superación, en realidad es la historia real de cientos de personas de todas las edades, pero sobre todo mayores, que viajan por la carretera estadounidense en busca de sueldos rápidos para seguir adelante.
Son las víctimas adultas de la Gran Recesión, una comunidad que se autodenomina “los nómadas”.
La película está dirigida por una de las grandes promesas de esas historias íntimas pero con un poder abismal para traspasar la gran pantalla, Chloé Zhao. La cineasta de origen chino conquistó a la crítica en el Festival de Sundance de 2015 con su ópera prima Songs My Brothers Taught Me, aunque la película que la colocó en el mapa hollywodense fue The Rider, una cinta que establecía una conexión casi espiritual entre el oeste americano y esa vida de cowboy que John Wayne, Clint Eastwood y tantos otros nos vendieron como el seno del macho americano implacable. Fue una película con una libertad abrumadora y una historia llena de esperanza. Y en esta ocasión, la directora -a quien Marvel le echo el ojo enseguida dándole las riendas de su próxima apuesta de superhéroes coral, Eternos- se adentra en un terreno melancólico para traernos el retrato de un personaje que refleja la supervivencia y esperanza de este grupo de olvidados que deambulan por las rutas estadounidenses ganándose el pan como la vida les permita.
Nomadland se rodó a lo largo de cuatro meses en diferentes localizaciones de Nebraska, Dakota del Sur, Nevada, Arizona y California y se centra en la figura de Fern (Frances McDormand), una viuda de unos 60 años que ha pasado toda su vida adulta viviendo en una casa proporcionada por la empresa Gypsum Corporation en Nevada. Pero tras el cierre del negocio en 2011, el lugar se convierte en un pueblo fantasma y Fern se lanza a la carretera dejando atrás el lugar que compartió con su difunto esposo. Pero ella no es una víctima, ni quiere que la veamos así. La película respira amor por el arte audiovisual por las cuatro esquinas de la pantalla, con un retrato humano y estoico de un personaje que se niega a ser el producto de una desgracia económica y acepta trabajos de temporada en un centro logístico de Amazon, en una cosecha de remolacha o limpiando casas rodantes, a pesar de estar cualificada para trabajos administrativos.
A lo largo de su historia, Fern recoge las anécdotas y experiencias de otros supervivientes que siguen el mismo camino. Nómadas como ella que viajan en sus caravanas en busca de trabajo y supervivencia. Pero como les decía en un principio, si bien la idea fue escrita por Zhao, todo parte de una realidad. Y es que la cinta está basada en el libro de no ficción titulado Nomadland: Surviving America in the Twenty-First Century, escrito por la periodista Jessica Bruder y publicado en 2017 que explora la cruda realidad de estos americanos -adultos, mayores y en edad de jubilación- que viven en sus caravanas, aceptando trabajos de temporada donde sea que puedan encontrarlos en el camino.
Son los descartados de una economía cruel que hizo estragos en 2008. No son personas sin hogar, más bien, sin casa. Muchos de ellos viven en sus caravanas para ahorrar el coste de una vivienda y siguen su camino donde sea que haya trabajo. La escritora misma viajó con estos nómadas durante un largo tiempo para llevar a cabo su investigación, descubriendo que la mayoría son personas en edad de jubilación o parejas jóvenes que no consiguen pagar las cuentas que conlleva el alquier o una hipoteca, que quizás perdieron sus ahorros en la Gran Recesión o nunca los tuvieron, topándose con una economía cada vez más exigente. Muchos viven en caravanas a base de luz solar, aparcando en tierras públicas, creando “una especie de clase media móvil” (NPR).
En 2018, la escritora compartía parte de la experiencia que vuelca en su libro en un artículo para Saturday Evening Post, resumiendo algunas de las personas que se topó en su camino: un taxista de 67 años que trabajaba en la cosecha de remolacha, una pareja de 30 que vendía árboles en la temporada de Navidad y una mujer de 38 con un master que no consigue trabajo. Todos forman parte de esta comunidad de nómadas que se alejan de las elecciones imposibles que se enfrentan muchas personas de la clase media. Según Brader, muchos se lanzaron a este estilo de vida tras perder sus ahorros por culpa de la recesión y para mantener el tanque del coche y el estomágo llenos, trabajan jornadas largas en trabajos físicos justo cuando el coste de la vivienda no hace más que subir. Ella los define como personas “que sobreviven América“.
A diferencia de la película, el libro de Bruder se centra en la historia de una mujer que conoció durante el viaje. Se llamaba Linda, y a pesar de tener estudios y haber fundado su propio negocio, terminó estancada en el camino de los salarios mínimos decidiendo lanzarse a la vida móvil. Con el dinero que tenía se compró una caravana con tendencia a sufrir problemas mecánicos y vivía en campamentos con climas que llegaban a bajo cero.
Admiradora nata de la liberación que enmarca la vida nómada, fue la propia McDormand la que llevó el libro a los productores y con Zhao asignada como guionista y directora. La dulpa se conoció un día antes de los Independent Spirit Awards de 2018, cuando la actriz ganaba el premio a mejor actriz por Tres anuncios en las afueras y Zhao recibía un cheque de $50.000 concedido a mujeres cineastas. Y el entusiasmo por el trabajo que habían acordado hacer juntas no lo podían esconder el día de la ceremonia. Zhao le agradecía a Frances por “ser como eres” desde el escenario, y la actriz la señalaba como su próxima compañera de trabajo delante de todos los presentes.
La cineasta hace un trabajo impecable en desarrollar el estudio de un personaje con sensitividad, creando un mundo de espacios abiertos y personas intentando crear su propia definición de hogar al son de la música de Ludovico Einaudi.
Nomadland lleva en la cartelera española desde finales de marzo y todavía puedes encontrarla en cines de diferentes ciudades del país. Probablemente al haber ganado el Óscar muchas salas la repongan esta semana.
Con información de la agencia ‘EFE’.
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