La NASA confirma que su misión DART desvió la órbita del asteroide impactado

El administrador de la agencia espacial estadounidense, Bill Nelson, apuntó que antes del impacto Dimorphos tardaba 11 horas y 55 minutos en girar en torno a otro asteroide más grande llamado Didymos, con el que forma lo que se conoce como un sistema de asteroide doble.
La agencia realizó la prueba de impacto hace dos semanas para ver si en el futuro sería capaz de desviar un asteroide mortal que se dirigiera a la Tierra.
“La misión muestra que la NASA pretende estar lista para lo que el universo nos arroje”, dijo el administrador de la agencia espacial, Bill Nelson, durante una rueda de prensa en las instalaciones de la NASA en Washington.
El pasado 26 de septiembre, la sonda espacial Dart dejó un cráter en el asteroide Dimorphos, arrojando escombros al espacio y creando una estela de polvo y fragmentos que se extendió por varios miles de kilómetros (millas). Se requirieron noches consecutivas de observaciones telescópicas desde Chile y Sudáfrica para determinar qué tanto el impacto alteró la trayectoria del asteroide de 160 metros (525 pies) alrededor de otra roca espacial mucho más grande que viaja a su lado.
Dentro de unos cuatro años, según se añadió en un comunicado, el proyecto Hera de la Agencia Espacial Europea (ESA) también tiene previsto realizar estudios detallados tanto de Dimorphos como de Didymos, con un enfoque particular en el cráter dejado por la colisión de DART y mediciones precisas de la masa de Dimorphos.
Antes del impacto, al asteroide le tomaban 11 horas y 55 minutos darle la vuelta al otro asteroide, llamado Didymos. Los científicos habían pronosticado recortar 10 minutos de ese tiempo, pero Nelson señaló que el impacto redujo la órbita del asteroide en 32 minutos.
“Tomémonos un momento para dimensionar esto: por primera vez en la historia, la humanidad ha cambiado la órbita” de un cuerpo celeste, destacó Lori Glaze, directora de ciencias planetarias de la NASA.
Rusty Schweickart, astronauta del programa Apolo y cofundador de la organización sin fines de lucro B612, que se dedica a proteger a la Tierra de impactos de asteroides, dijo que está “obviamente encantado” con los resultados y la atención que la misión ha traído al desvío de asteroides.
Los científicos del equipo señalaron que aparentemente la cantidad de fragmentos fueron un factor en el resultado. El impacto pudo haber dejado un tanto titubeante al asteroide, dijo el científico del programa de la NASA, Tom Statler. Eso pudo haber afectado la órbita, pero nunca volverá a su ubicación original, resaltó.
Originalmente, ambos asteroides estaban separados por 1,2 kilómetros (menos de una milla). Ahora, están varias decenas de metros (yardas) más cerca.
Ninguno de los asteroides significaba una amenaza para la Tierra, y siguen sin serlo a medida que continúan con su trayecto alrededor del Sol. Fue por eso que los científicos los eligieron para este importante ensayo.
Los expertos en defensa planetaria prefieren desviar un asteroide o cometa amenazador con años, o o incluso décadas, de anticipación, en lugar de detonarlo y crear fragmentos que puedan caer en la Tierra.
Asteroide impactado deja larga estela de polvo
Un asteroide que fue embestido por una sonda espacial de la NASA está dejando ahora una estela de miles de kilómetros de polvo y escombros causada por el impacto.
Los astrónomos capturaron la escena a millones de kilómetros de distancia con un telescopio en Chile. Las observaciones dos días después del ensayo de defensa planetaria del mes pasado fueron dadas a conocer recientemente por un laboratorio de la Fundación Nacional de Ciencia de Estados Unidos en Arizona.
La imagen muestra una cola similar a la de un cometa con una longitud de 10.000 kilómetros (6.000 millas), formada por polvo y material diverso expulsado del cráter dejado por el impacto.
Esa estela se está alejando aceleradamente del asteroide, en gran parte por la presión de la radiación solar, dijo Matthew Knight, del Laboratorio de Investigaciones Navales de Estados Unidos, que hizo la observación junto con Teddy Kareta, del Observatorio Lowell, usando el telescopio SOAR (Southern Astrophysical Research Telescope), en Chile.
Los científicos esperan que la cola se haga aún más larga y se disperse más, volviéndose tan tenue que será indetectable.
“En ese momento, el material será como cualquier otro polvo que flota en el sistema solar”, dijo Knight el martes en un correo electrónico.
Se planean más observaciones para determinar cuánto y qué tipo de material fue expelido de Dimorphos, un satélite menor de 160 metros que orbita un asteroide más grande, Didymos.
Lanzada hace casi un año, la sonda espacial DART de la NASA fue destruida en la colisión. La misión de 325 millones de dólares para desviar la órbita del asteroide fue un ensayo para el día en que un cuerpo espacial grande se dirija a la Tierra. Dimorphos y Didymos nunca representaron ni representan un peligro para el planeta, dijo la NASA.

Esta imagen proveída por NOIRLab muestra una estela de polvo y escombros causada por el impacto de la sonda espacial de la NASA DART contra el asteroide Dimorphos el 26 de septiembre del 2022. (Teddy Kareta, Matthew Knight/NOIRLab vía AP)
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