Agencias / MonitorSur, Ciudad de México.- El último cohete Soyuz del año envió al espacio el 27 de diciembre a dos satélites rusos de observación de la Tierra y una serie de pequeñas cargas secundarias, entre ellas un ingenio español.
El cohete Soyuz-2-1a/Briz-M partió desde la nueva base de Vostochniy a las 02:07 UTC, y liberó a sus pasajeros en una órbita heliosincrónica a 510 km de altitud. La carga principal, propiedad de Roskosmos, estuvo constituida por dos satélites Kanopus-V (5 y 6), de 473 kg de peso cada uno, que durante al menos 5 años obtendrán imágenes de la superficie terrestre, tanto en el óptico como en el infrarrojo cercano. Podrán obtener fotografías en blanco y negro y color, con una resolución máxima de 2,5 metros. Los satélites utilizan una plataforma desarrollada por la compañía británica SSTL, y han sido construidos en cooperación con la empresa NPP VNIIEM.
La misión se completó con la liberación de otros 26 satélites, de menores dimensiones. El mayor entre ellos es el GRUS-1 japonés, de 80 kg, cuyo propietario, la empresa AXELSPACE, ofrecerá servicios semejantes a los de los Kanopus rusos.
Además, a bordo viajaron varios cubesats, en concreto, 8 Lemur-2 (88 a 95) de la empresa estadounidense Spire Global, 12 Flock-3k de Planet Labs, el sudafricano ZACube-2 (un 3U de 4 kg para ensayos tecnológicos), el alemán UWE-4 (un 1U con el mismo objetivo), el D-Star ONE Sparrow (un 3U alemán para ensayos y comunicaciones de radioaficionados), el checo iSat (otro 3U construido sobre la base del D-Star ONE), y finalmente, el español Lume-1, encabezado por la universidad de Vigo y en el que participan diversas entidades europeas. El Lume-1 pesa 2 kg y consiste en un cubesat 2U. Se utilizará para recibir alertas de incendios forestales.
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