Línea deportiva/El América juega a no perder
Carlos Hernández
Entre otras características, un equipo grande lo es porque siempre juega a ganar, no importa si está de local o de visitante.
Y este América de Miguel Herrera es un equipo que juega a no perder, que se preocupa más por defender que por atacar, que se dedica a hacer marrullerías para dejar correr el reloj.
Este América del Piojo es un equipo mezquino, timorato, indigno de la jerarquía de esta institución.
En su visita el jueves a Ciudad Universitaria, las Águilas salieron a esperar al rival y se decidieron a atacar en pocas oportunidades. Y aun atacando tan poco, estuvieron cerca de obtener la victoria, de no ser por la forma infame en que el colombiano Roger Martínez falló el penal.
El primer partido de la semifinal entre Pumas y América fue un gran duelo entre dos arqueros que andan inspirados.
El argentino Agustín Marchesín demostró el por qué ha sido convocado a su selección. Salvó a su equipo por lo menos en cuatro claras opciones de gol, pero en su contra habrá que decir que juega muy “a la sudamericana”: se tarda mucho tiempo en reanudar el juego.
Cuando militaba con el Santos Laguna, Marchesín criticó al América al asegurar que era favorecido por los silbantes. Miles de dólares en su cuenta bancaria lo hicieron olvidar sus palabras. Sin embargo, a su favor hay que decir que ha mejorado mucho su nivel en relación a lo mostrado en el equipo de La Comarca.
Por su parte, Alfredo Saldívar empieza a mostrarse como un digno heredero de Olaf Heredia y Jorge Campos.
El Pollo detuvo tres penales durante el torneo regular, pero en este penalty de la liguilla se benefició de la forma en que Roger cobró la pena máxima. Saldívar aguantó bien, pero Martínez no disparó, sino que le entregó un auténtico pase.
Las Águilas se convierten en pollitos cuando de cobrar un penal se trata. De sus últimos once penales han fallado cuatro. Parece que les da frío esa responsabilidad.
Saldívar llegó a la titularidad auriazul en sustitución del Pikolín Palacios. En su primer torneo cometió errores de novato que le costaron victorias a su equipo, pero ahora sin duda es un baluarte.
Y la diferencia es que América pagó millones de dólares por Marchesín, mientras que Saldívar es producto de las fuerzas básicas. Esa es la esencia de cada equipo.
A pesar de que el América estuvo a la defensiva, este primer duelo respondió a las expectativas de los aficionados y deja abierta la serie para el duelo definitivo en el Azteca.
Pumas fue el mejor visitante del torneo y en eso basa su optimismo para avanzar a la final. Además, en el Coloso de Santa Úrsula su numerosa hinchada se hace presente y colma la parte alta de la tribuna.
Mención especial merece Diego Lainez. El equipo de Televisa, como es su característica, se basa en sus elementos extranjeros. Sin embargo, en una cancha hostil como es el México 68 fue un joven mexicano el que marcó la diferencia.
Lainez marcó un golazo para abrir el marcador, a base de velocidad, habilidad y pundonor, pero su técnico lo cambió de banda cuando estaba desequilibrando a la defensa rival y después lo mandó a la banca.
El joven de 18 años no es de la cantera amarilla, ya que estaba siendo seguido por el Pachuca. Pero a Diego le ganó su afición por las Águilas y está demostrando que más allá de la edad lo que importa es el amor por un club: si Roger hubiera disparado el penal como Diego disparó para abrir el marcador, de seguro se estuviera contando otra historia de esta semifinal.
Fuera de la cancha, es de destacar que el equipo amarillo esta vez no llegó a CU en camionetas blindadas, sino en un autobús.
El camión no tenía el escudo americanista, pero es importante para el juego limpio que un equipo pueda llegar en condiciones normales y no amedrentado por vándalos que se disfrazan de aficionados.
El sistema de videoarbitraje (VAR) tuvo una buena y una mala.
El penal fue bien marcado porque el defensa Luis Quintana se lanza como portero para detener un disparo, pero los encargados del VAR debieron informar del codazo que le dio Pablo Barrera a Bruno Valdez, lo que mínimo ameritaba una tarjeta amarilla.
Monterrey no es Querétaro
La otra semifinal también está abierta.
El Cruz Azul brindó uno de sus peores partidos del torneo y perdió en su visita al Monterrey. Sin embargo, tuvo la suerte de su lado, ya que la Pandilla falló varias oportunidades claras de anotación y no pudo sentenciar desde el primer partido.
Por la forma en que se realizó el encuentro, el 1-0 le salió barato a los Cementeros, que en el partido de cuartos de final tuvieron en Querétaro a un rival fácil, pero esta vez enfrentaron a un equipo de potencial similar.
El solitario gol fue de Rodolfo Pizarro, quien ha respondido con creces el dinero invertido por los millonarios regios. En poco tiempo el canterano de Tuzos se ha convertido en un ídolo en Monterrey, mientras que sigue provocando suspiros en Guadalajara.
Pizarro ha llenado los zapatos en los clubes que ha jugado: Pachuca, Chivas y Monterrey. El América lo pretendió, pero los Tuzos aseguraron que sólo lo venderían a Europa. Sin embargo, los rojiblancos los convencieron a base de billetazos, en esos días felices en que Jorge Vergara utilizaba el dinero para reforzar al equipo y no para invertirlo en su empresa Omnilife.
Los derechos de inclusión, el gran tema de las elecciones del 2021: IEPC
Parlamento Juvenil 2019, espacio para el análisis y participación democrática
Candidato del PRI al Gobierno de Zacatecas y su esposa ocultan compra de residencias en Miami