La Jornada/MonitorSur/Ciudad de México-El montaje Cervantes: el trágico sueño de la memoria, de la coreógrafa mexicana Leticia Alvarado, es una propuesta sobre la vida que regala al espectador diversas imágenes sobre el amor, la libertad y el deseo de felicidad.
Interesada en la transformación del ser humano, aquel que vislumbra la posibilidad de la construcción de un mundo ideal, la coreógrafa retoma la figura de Don Quijote, del célebre dramaturgo español Miguel de Cervantes Saavedra, para recrear en el escenario un mundo fantástico y onírico.
Tándem Compañía de Danza estrenó la noche de este martes la obra producida por la Secretaría de Cultura mediante el Instituto Nacional de Bellas Artes con motivo del 400 aniversario luctuoso de Cervantes.
Los bailarines, quienes aparecieron en el escenario con la clásica gorguera al cuello de estilo isabelino, con sus movimientos transmitieron las batallas internas del ser humano y los desafíos que se presentan cuando se tiene un sueño.
La coreógrafa y directora de Tándem, Leticia Alvarado, en la pieza rescata los valores más importantes del ser humano como la lealtad, el amor, la justicia y la posibilidad de soñar.
Durante los 50 minutos que dura la pieza coreográfica, los ocho bailarines representan acciones de control, de apoyo, de lucha y de pasión, pues Alvarado se propuso reflejar que todavía existe esperanza ante las adversidades.
En una de las escenas que conforman Cervantes: el trágico sueño de la memoria, aparece una joven, cuyos movimientos transmiten dulzura y serenidad. En otro momento de la obra, las siluetas de los bailarines se mueven con el sonido que producen sus palmas en su cuerpo.
Para Alvarado, en estos momentos estamos viviendo una época difícil, pero con su propuesta coreógrafica muestra un camino hacia la luz y la esperanza.
Cada una de las escenas de la coreografía hacen referencia a un mundo onírico, a un viaje donde todo es posible, como interpretar una danza española con todo y abanico.
Con esta obra, Alvarado concluye una etapa coreográfica que a lo largo de varios años le ha distinguido en la escena nacional, por abordar de forma apasionada desde el universo de la danza, la vida y obra de otros artistas como Frida Kahlo, Vincent Van Gogh y Julio Cortázar, entre otros.
La música propone sonidos barrocos de compositores como Bach y Vivaldi, al lado de autores contemporáneos como Ezio Bosso, y la iluminación se convierte en parte de la escenografía de la pieza cuyo vestuario estuvo a cargo de Aurelio Palomino.
La compañía dirigida por Alvarado se fundó en 1994 y desde 1995 se ha presentado en diversos festivales en el extranjero y en México con un lenguaje escénico que va más allá de un simple código coreográfico.
La obra Cervantes: el tráfico sueño de la memoria también se presentará en el Centro Nacional de las Artes (Cenart), en el Teatro Flores Canelo, el 2, 3 y 4 de septiembre y viajará a Mérida, Yucatán, para ofrecer una función el 4 de diciembre.
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