Ery Acuña (((Monitor Sur))) / Jueves 17-julio-2014
Arriaga, Chiapas.- El anuncio de que México ya no permitirá a los migrantes subirse al tren, les cayó como un balde de agua fría. Sin embargo, sin titubear, los migrantes responden: “no nos vamos a bajar”.
Este jueves unos 500 migrantes centroamericanos se subieron al tren conocido como la bestia con la intención de llegar a los Estados Unidos, a pesar de las medidas impuestas por el gobierno de ese país de frenar la migración.
La mayoría son campesinos que Guatemala, El Salvador y Honduras. Muchas son familias enteras, niños entre ellos de entre 4 y 15 años, que inician su travesía en Arriaga.
Cecilio Castro lleva consigo a su pequeña hija Nicol, de apenas cinco años. También a su hijo Cecilio.
-¿Se van a agarrar muy bien para no caerse?, preguntan los reporteros.
-Lo único de los que nos agarramos es de Dios. Él nos protege en el camino.
Apenas una sopa Maruchán en el estómago, un poco agua en una botella y una mudada de ropa, algunos.
Ya están en el tren, en la noche llegarán a Ixtepec, Oaxaca, y después, con la ayuda de Dios, esperan en una o dos semanas estar cruzando la frontera gringa… aunque saben que los pueden deportar, lo volverán a intentar hasta que crucen. (MS)
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