Sufre Biden revés en combate a prohibición de venta de armas de asalto en EEUU
Por Ana Lorena Mendoza Hinojosa/Ciudad de México.- Todo indica que Joe Biden ha llegado a su límite en la pesada agenda que carga sobre sus hombros relacionada con la prohibición de armas de asalto en los Estados Unidos, a tal grado que ha acompañado sus más recientes declaraciones con ensayado dramatismo aludiendo que el país está “inundado de armas de guerra”.
Los más recientes hechos de violencia doméstica en Estados Unidos en donde inocentes han perdido la vida en tiroteos masivos, han llevado a Biden a acelerar el paso y presionar a la industria armamentista para que se prohíban los fusiles de asalto y al Congreso para que respalden su agenda que busca controlar el uso indiscriminado de armas.
El presidente norteamericano avanzó en su propósito para combatir la violencia con armas de fuego y obtuvo un pírrico triunfo el mes pasado al confirmarse que el Senado aprobó un proyecto de ley que, entre otras cosas, contempla la inversión de millones de dólares para atender la salud mental, la seguridad escolar y programas de intervención de crisis, así como incentivos para que en los estados se incluyan antecedentes penales de jóvenes en el Sistema Nacional de Verificación Instantánea (NICS).
El paquete de reformas representaría un avance relevante en la legislación federal, pero mantiene fuera de agenda la prohibición de armas de asalto, una de las grandes preocupaciones de la sociedad estadounidense.
El proyecto de ley tendrá que ser ratificado por la Cámara de Representantes antes de que Joe Biden la reciba y la presuma como la primera gran ley de control de armas de los últimos 30 años.
Biden está consciente de que el Congreso no lo respaldaría para la prohibición de armas de alto poder, como pretende, pero está decidido a continuar con su agenda y presionar en la opinión pública a los congresistas. “Las armas de asalto deben ser prohibidas. Fueron prohibidas. Estoy decidido a prohibir de nuevo estas armas y los cargadores de alta capacidad”, dijo recientemente en un evento ante legisladores y víctimas de tiroteos.
Biden aseguró que la Segunda Enmienda de la Constitución, que les da el derecho a los norteamericanos a tener armas de fuego, no es un derecho que se imponga al resto. “El derecho a portar armas no es un derecho absoluto que domine a todos los demás”.
Acompañado de familiares de víctimas que murieron en tiroteos masivos en los recientes ataques en Uvalde, Texas; Buffalo, Nueva York; y Highland Park, Illinois, Biden celebró el proyecto de ley y les aseguró que su administración no abandonará la agenda de prohibición de armas de asalto.
“No salvaremos a todas las vidas de esta epidemia de violencia armada, pero si esta ley hubiera sido aprobada antes, incluso hace unos pocos meses, se hubieran salvado muchas vidas”, les dijo Biden a los familiares de las víctimas en la Casa Blanca acompañado de la vicepresidenta Kamala Harris.
El proyecto de ley aprobado por el Senado fue elaborado semanas después de los tiroteos en Uvalde y Buffalo, en los que perdieron la vida 30 personas. De ser aprobada por la Cámara de Representantes, la ley también bloquea la venta de armas a compradores condenados por violencia doméstica.
Las circunstancias de violencia en Estados Unidos han orillado al presidente a declarar que su país está “inundado de armas de guerra”, y está decidido a compartir el costo político con el Congreso, que por lo pronto ya tiene un proyecto de ley que ratificar, que si bien no resolverá de fondo el problema, es uno de los pasos que Joe Biden piensa andar para lograr la prohibición de armas de asalto en su país.
Los derechos de inclusión, el gran tema de las elecciones del 2021: IEPC
Parlamento Juvenil 2019, espacio para el análisis y participación democrática
Candidato del PRI al Gobierno de Zacatecas y su esposa ocultan compra de residencias en Miami