Agencias / MonitorSur, Ciudad de Méxic.- Tesla Inc puede tomar medidas adicionales antes de una posible reapertura de su planta de ensamblaje de California el lunes, informaron funcionarios, después de que el presidente ejecutivo, Elon Musk, prometió desafiar a las autoridades y ganar el respaldo del presidente Donald Trump.
En su tuit del 10 de mayo, el consejero delegado de Tesla, Elon Musk, declaraba lo siguiente: “Francamente, esta es la gota final [que ha colmado el vaso]. Tesla va a trasladar, inmediatamente, su sede central y futuros programas a Tejas o Nevada. El que, finalmente, retengamos o no nuestra fábrica en Fremont, dependerá de cómo Tesla sea tratada en el futuro”.
Que una gran empresa de California, dirigida por Elon Musk, destacado símbolo del progresismo empresarial y tecnológico de dicho estado, esté considerando trasladar su dirección a un estado de mayoría republicana, como Tejas, está constituyendo un verdadero escándalo entre la fanática clase empresarial del entorno de Silicon Valley.
El diario de centro-izquierda The Washington Post, -que también está reconsiderando su apoyo a Tesla- ha relatado así aquella decisión de la compañía:
“Elon Musk [consejero delegado y principal accionista, con el 22%] de TESLA, está protagonizando una confrontación con autoridades [comarcales] de California en torno a la reapertura de una gran fábrica [de vehículos eléctricos, en el estado, que es la única de Tesla en EE.UU.], en lo que constituye un destacado ejemplo de desafío de una poderosa compañía a las órdenes sanitarias que determinan la inactividad de toda actividad económica, salvo las [consideradas por el condado como] esenciales“.
Como las autoridades de este condado son tan progres, están permitiendo ya –por ejemplo- que abran las tiendas de marihuana, estimando que es un negocio “esencial”, pero prohíbe la reapertura de la única fábrica de automóviles que hay en California, que es la de Tesla.
Esta fábrica, que da empleo a más de 10.000 trabajadores, muy bien retribuidos, está situada en el municipio de Fremont (condado de Alameda), en la costa sudeste de la Bahía de San Francisco, limítrofe con el municipio de San José (Silicon Valley), cuyas autoridades comarcales son de izquierda.
La fábrica está cerrada desde el 23 de marzo, hace mes y medio.
Directrices federales recientes, emitidas por la Administración Trump, clasifican la fabricación de vehículos como una “actividad esencial”, que puede ponerse ya en funcionamiento, dependiendo de la decisión final de los estados, ya que EE.UU. es, en realidad, una confederación.
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