Ery Acuña/ EN LA RAYA
(((Monitor Sur))) Martes 8 de marzo de 2016 Foto: Frontera Comalapa
Es grave que en los últimos meses el gobierno de Chiapas haya tenido que cambiar los toletes por las palabras. Lo que los operadores políticos no pueden resolver, le avientan el problema a la policía, quien ha tenido que pagar los costos injustamente.
Por increíble que parezca, donde las cosas estaban en calma, el fuego aparece. El gobierno se está acostumbrando a la represión y eso es peligroso. En cualquier lugar y en cualquier momento las cosas se pueden salir de control, y nadie en el gobierno, o al menos eso se ve, parece preocupado por los escenarios venideros.
Si bien el desastroso manejo de las finanzas es en la mayoría de los casos el causante de las inconformidades sociales, la falta de oficio político y el agandalle de los cargos públicos han sido el mejor combustible para detonar los conflictos.
Cuidado. El PVEM creció en solo seis años 800 por ciento su votación. A nivel nacional eso ha prendido la alerta de los analistas políticos. Los conflictos chiapanecos llaman cada vez más la atención.
Tenemos enfrente la sequía. Muchos productores y pueblos se están quedando sin agua y eso va a ocasionar más conflictos. Viene el recrudecimiento del conflicto magisterial. La represión va a aumentar.
Es hora que el primer círculo remueva sus estructuras y protocolos. No habrá dinero que alcance para parar los problemas si las cosas siguen como van. Es necesario quitarse las gafas con efectos 3D, y los audífonos con sonido estéreo para poder ver la realidad que nos golpea incesantemente. (MS)
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