Redacción MonitorSur/Ciudad de México.- La Arquidiócesis Primada de México hizo hoy una defensa del “movimiento cívico” en contra del matrimonio igualitario, el cual aglutina al Frente Nacional por la Familia (FNF) y la Unión Nacional Cristiana por la Familia (UNCF), y señala que los padres de familia esperan que los reciba el presidente Enrique Peña Nieto, “gesto que sí tuvo con la comunidad LGBT”.
El órgano oficial “Desde la fe”, publica un texto en el que señala que la organización, constituida ya en un movimiento civil de carácter permanente, sigue en espera de la reunión con el Presidente de la República, Enrique Peña Nieto, solicitada el pasado 24 de septiembre.
Insiste en afirmar que la formación del movimiento cívico tiene por objetivo el fomento del diálogo entre los distintos actores políticos y sociales, a fin de desistir de los aspectos que “atentan contra el Matrimonio y la integridad de la familia”, pero también el objetivo es el encuentro con Presidente de la República, cuya propuesta para reconocer el matrimonio entre personas del mismo sexo y la adopción homoparental, “causó una enorme inconformidad social”.
“En cuanto a la labor continua que desempeñará el FNF, se anunció que se habrá de trabajar en cada uno de los estados para dialogar con los legisladores y promover que en todas las entidades se proteja y se promueva a la familia.
“También se tendrá un acercamiento con los distintos partidos políticos para hacerles ver que las familias también votan, y que hay un despertar en la sociedad que demanda políticas que favorezcan el desarrollo familiar, para que ellos estén conscientes de incluir estos aspectos en sus plataformas de partido”, señala el texto publicado este domingo.
En su editorial titulado “Diálogo para respetar la familia”, el órgano de comunicación de la iglesia católica de la capital del país destaca que desde la presentación de las iniciativas presidenciales en el Día Internacional de Lucha contra la Homofobia, “el clima se tensó”.
“Mientras se insistió en que la defensa por la familia no era incitar al odio, algunos pensaron que era mejor desorientar a través de argumentaciones infundadas, acusando a los padres de familia y a la Iglesia de provocar homofobia y deseos de revancha.
“Lo peor salió cuando, en una desafortunada jugada, la comunidad LGBT quiso embestir mediáticamente, arremetiendo contra el clero con listas de escarnio que desinflaron sus protestas y los dividió profundamente”, señala el órgano católico e inmediatamente subraya que las lecciones de las marchas de septiembre deberían arrojar, como primeros frutos, la construcción del diálogo en orden a la cultura de la paz, respeto y tolerancia.
Sin embargo, agregó, una de las partes parece no escuchar el justo clamor social que cimbró a la Ciudad de México y al país entero. La prueba fueron las más de 596 mil firmas de ciudadanos que el FMF entregó el 18 de octubre a la Cámara de Diputados, instancia parlamentaria donde reposan, y parece ser sin mayor vigor y respaldo, las dos infortunadas iniciativas condenadas al fracaso legislativo.
E insistió:
“Ahora debemos esperar la apertura política del Ejecutivo de la Unión para sentarse a la mesa con los organizadores de las marchas en favor de la familia, escucharlos y atender sus razones, que son las de la sociedad mexicana que sigue teniendo en un alto valor a la familia y los valores antropológicos, éticos y morales que la conforman.
“Lo menos que se espera del Presidente es que tenga la misma apertura que tuvo con la comunidad LGBT en un acto que, por cierto, parecía haber ganado la simpatía del electorado, pero que al final fue contraproducente, pues no hay duda que se pagó un costo electoral”.
+El 24 de septiembre de 2016 la ciudadanía despertó, asegura, no por motivos exclusivamente religiosos e ideológicos, sino por la auténtica necesidad y reconocimiento del Matrimonio y la familia como esenciales para la construcción de la sociedad donde se finquen la paz, la cultura de la tolerancia y respeto.
“Más de 500 mil firmas no son emblema del triunfo ni de revanchismo, más bien es el reclamo por volver la vista a instituciones en el debate cultural de la posmodernidad porque en la familia nacen los ciudadanos y éstos encuentran en ella la primera escuela de esas virtudes sociales que son el alma de la vida y del desarrollo de la sociedad misma”, publico la Arquidiócesis Primada de México en su órgano oficial.
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