Morelia.- Hace una década había códigos y territorios previamente delimitados entre los cárteles del narcotráfico. En ese entonces cinco grupos, Colima, Juárez, Sinaloa, Golfo, Tijuana, Milenio, controlaban la geografía de Michoacán (Costa, Oriente, Centro, Tierra Caliente, Poniente) y el cártel de Los Valencia era el responsables de mediar entre ellos, bajo ciertas condiciones.
Y como suele suceder, algunos tienen prisa por vivir y almacenan sus sueños, y otros que caminan siempre detrás de ellos. Lo cierto es que desataron una guerra por el control del territorio. Los Valencia dejaron de ser mediadores y empezaron a ganar terreno.
Eso dio origen al surgimiento de la organización denominada La Empresa (hoy La Familia) que, con el objetivo de independizarse y hacer a un lado los acuerdos, se unió al Cártel del Golfo-Zetas.
La Familia un grupo que tejió redes de control sin igual en Michoacán.
Esta relación La Familia –Golfo-Zetas, duró hasta el 2008, cuando, diferencias de forma y fondo en métodos de controlar el negocio derivó una violenta ruptura.
Desde entonces La Familia impuso sus condiciones y nuevas reglas para el reclutamiento de personas. Los de nuevo ingreso son desplazados a la sierra, para ser calados, adoctrinados y entrenados en el manejo de armas. Dicen que para perder el miedo a la sangre. En ese lapso los castigos por indisciplina van desde golpes con tablas, hasta torturas que cuestan la vida.
Pero esas, son historias que nadie quiere contar ni los medios de comunicación.
No es una cuestión de censura, sino de cordura, justifica un periodista quien recuerda como sudo frío la primera vez que vio a unos metros a Servando Gómez‘alías “La Tuta” en una camioneta negra y de vidrios polarizados en una comunidad de Arteaga.
Recuerda como el cristal de lado del conductor bajo lentamente, y como los niños de la comunidad corrieron para saludar. ‘Solo nos vio de reojo, del lado de copiloto se bajo un hombre con pertrechos de guerra, una AK-47 en cada brazo, granadas y un par de cuchillos en el cinto”.
‘Los lentes se me empañaron, no quería ver nada, pero como un imán sentía la mirada de ellos sobre mi y el otro compañero. Solté un uffff largo, cuando el cristal de lado del piloto empezó a subir, se me hizo eterno ese momento, y luego el vehículo se alejo despacio. Me quite los lentes. Ya no había nadie”, recuerda.
Luego, llegaron ejidatarios de La Huacana, Churumuco y Nueva Italia, quienes exigían cancelar las concesiones a empresarios hindúes para explotar minas en esa región, y tras platicar rápidamente con ellos, abandonamos el lugar.
“Son historias difíciles de publicar, si miras te matan”, así son las cosas. Además, se han sofisticado en el uso de mensajes a través de videos en Internet y redes sociales. Tienen gente donde menos te imaginas, advierte.
La Familia Michoacana apareció 7 de septiembre de 2006. Ese día arrojaron cinco cabezas humanas en la pista de baile “Sol y Sombra” en Uruapan. Y dejaron el siguiente mensaje: “La Familia no mata por paga, no mata mujeres, no mata inocentes, se muere quien tiene que morir, sépanlo toda la gente, esto es justicia divina”.
La estructura de la Familia Michoacana ha echado andar una estrategia mediática, bajo varios esquemas para cuestionar los operativos policiacos y militares. A través de diversos grupos ha realizado movilizaciones de protesta para denunciar violación a los derechos humanos.
En febrero 2008, Rafael Cedeño Hernández, alias “El Cede”, encabezó una marcha contra el Ejército en Morelia.
Cedeño Hernández, ideólogo y uno de los fundadores de La Familia, apareció como líder social y defensor de los derechos humanos, siendo el encargado del adoctrinamiento de los nuevos integrantes del este cártel. Además coordinaba desde Lázaro Cárdenas, Michoacán, el trasiego de cocaína proveniente de Centroamérica y recibía los cargamentos de efedrina y pseudoefedrina de Asia y Europa en esa región.
“El Cede” mantenía el control de los bares y giros negros de la zona, cobraba cuotas a los dueños para dejarlos trabajar y promovía la prostitución de estudiantes de secundaria y preparatoria.
Al ser detenido por la Policía Federal, el 18 de abril del 2009 en Morelia, Michoacán, portaba una credencial de observador de la Comisión Estatal de Derechos Humanos. Ese día confeso que había ordenado la ejecución de seis personas semanas antes..
A la Familia se le ha ligado con denominaciones religiosas para enlazarse con la sociedad en una misión: bienestar social y evangelismo. Es una forma de negociar para trabajar sin sobresaltos.
El 10 de marzo de 2010, apareció el grupo de los Caballeros Templarios, que aparentemente disolvió a la Familia Michoacana.
El nombre parece hacer referencia a la orden militar de los Caballeros Pobres de Cristo y el Templo de Salomón, fundada en 1118 en Jerusalén para proteger a los peregrinos que acudían a los lugares santos durante la Primera Cruzada.
Ellos han colocado mantas en distintas localidades: “A la sociedad michoacana les hacemos de su conocimiento que a partir del día de hoy estaremos laborando aquí las actividades altruistas que antes realizaban los de La Familia Michoacana”. (Agencia InsurgentePress).
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