Redacción
La explotación sexual y el trabajo forzoso son las formas más comunes de trata, pero no son los únicos: matrimonio forzoso, pornografía y extracción de órganos también afectan a más de 20 millones de personas.
La trata de personas es un delito y el incremento de los flujos migratorios en la actualidad hace que mujeres, hombres y niños sean vulnerables a todo tipo de explotación, incluida la laboral y sexual.
“El tráfico de personas con fines de explotación sexual y trabajos forzados continúan siendo las modalidades más detectadas de este delito. Sin embargo existen también víctimas de trata de personas con fines de explotación de la mendicidad, matrimonios forzados o fraudulentos, obtención de beneficios públicos, pornografía o extracción de órganos”, declaró el director ejecutivo de la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (Unodc, por su sigla en inglés), Yury Fedotov, al presentar el Informe Mundial sobre la Trata de Personas.
Un 79 por ciento de las víctimas de tráfico son niños y mujeres y entre 2012 y 2014 fueron detectados más de 500 flujos de tráfico de personas, arroja el informe.
El texto destaca también que las mujeres y niñas tienden a ser víctimas de trata de personas con fines de matrimonios forzados o explotación sexual, mientras que hombres y niños son explotados con fines de trabajo forzado en la industria minera, como maleteros, soldados o esclavos.
Generalmente las zonas rurales de bajos recursos son más atractivas para los traficantes de personas, que en su mayoría son extranjeros que están de paso en el país seleccionado.
El 62 y 64 por ciento de las personas que habitan en regiones como África subsahariana y América Central y el Caribe son víctimas de la trata, indica el informe.
Relación entre la migración y la trata de personas
Los migrantes sirios o africanos que huyen de conflictos armados dejan sus vidas en manos de personajes que les prometen un pasaje seguro hacia un destino deseado pero se ven rápidamente envueltos en la explotación sexual o en trabajos forzosos.
Según el informe de la Unodc, los migrantes que provienen de países donde existen grupos armados y prevalece el crimen organizado son más propensos a ser víctimas de la trata de personas.
Fedotov resaltó el vínculo existente entre los grupos armados y la trata de personas y señaló cómo estos grupos cometen este delito en sus territorios de operación, al forzar a mujeres y niñas a casarse o convertirse en esclavas sexuales y obligar a los hombres y niños a realizar trabajos forzados o ser combatientes.
“Las personas que huyen de la guerra y la persecución son particularmente vulnerables a la trata de personas y la urgencia de su situación puede llevarlos a tomar decisiones migratorias peligrosas. El rápido aumento en el número de víctimas de trata de personas en Siria después del inicio del conflicto armado parece ser un ejemplo de cómo se desenvuelven estas vulnerabilidades”, dijo.
Factores como la presencia de la delincuencia organizada transnacional en el país de origen y el perfil socioeconómico de la persona migrante pueden incidir en el incremento de la situación de vulnerabilidad frente al tráfico de personas.
Aunque la explotación sexual es la más común de todas, la trata de personas con fines de trabajo forzado puede conseguirse en sectores como la agricultura, la construcción, la venta de productos de limpieza y la servidumbre.
Las mujeres y las niñas son las más propensas a ser traficadas con el propósito de explotación sexual. Solo el 4 por ciento de las víctimas detectadas por la Unodc eran hombres.
Avances de la comunidad internacional en este tema
La Asamblea General de las Naciones Unidas sostuvo en 2013 una reunión para evaluar el Plan de Acción Mundial para Combatir el Tráfico de Personas adoptado en 2010, y urgió a los Gobiernos de todo el mundo a derrotar este flagelo.
El Plan llama a integrar la lucha contra la trata de personas en los programas de Naciones Unidas para el fomento del desarrollo y el refuerzo de la seguridad mundial.
Los Estados miembros adoptaron igualmente la resolución A/RES/68/182 y designaron el 30 de julio como el Día Mundial contra la Trata. En la resolución señalan que el día es necesario para “concienciar sobre la situación de las víctimas del tráfico humano y para promocionar y proteger sus derechos”.
“Asiste y protege a las víctimas de la trata” es el lema de este año 2017 elegido por la Unodc con el que pretende resaltar uno de los problemas más acuciantes: los grandes desplazamientos de migrantes y refugiados.
El lema buscar subrayar las graves consecuencias que se derivan de los conflictos y desastres naturales, así como el riesgo de verse atrapados en la trata.
En septiembre de 2015 los países aprobaron la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y aceptaron cumplir los objetivos y las metas relacionados con la lucha contra la trata. Estos objetivos piden que se ponga fin a dicha práctica y a la violencia contra los niños, junto a la toma de medidas contra la trata en general y que se acabe con todas las formas de violencia contra las mujeres y niñas.
En la Cumbre sobre los Refugiados y los Migrantes celebrada en 2016 se aprobó la Declaración de Nueva York, en este documento los países se comprometen a cumplir 19 puntos, tres de los cuales precisamente se centran en combatir la trata de personas y el contrabando de migrantes.
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