*Rita Balboa
Las malas noticias abundan, desafortunadamente la mayoría afectan al sector femenil. Uno de tantos informes y encuestas señalan que en el 2016 unas 24 mil mujeres han sido agredidas sexualmente en nuestro país mientras se encontraban en su centro de trabajo.
Leyendo la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2016 los pelos se nos ponen de punta. Da escalofrío ir conociendo cada una de los datos que nos proporcionan, pero el horror llega cuando conocemos las historias que el documento registra con gran precisión.
Quiero compartir con los lectores algunas de estas historias, creo que es importante para que nos demos cuenta del tamaño de la violencia que existe en los centros de trabajo. Algo increíble, inimaginable.
Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares 2016 destaca una de tantas historias de agresiones sexuales en los centros de trabajo, es la de Alicia.
Las historias de mujeres violadas en los lugares en donde laboran
Según el documento, ella fue violada el 23 de abril de 2016 mientras trabajaba en el complejo petroquímico La Cangrejera, de Petróleos Mexicanos (Pemex), en Coatzacoalcos, Veracruz.
Así lo narra:
“Estuvo un mes de incapacidad y solicitó reiteradamente a la empresa, incluido al director general, que se le cambiara de área, pero sólo le ofrecieron un puesto de operaria mecánica en el mismo complejo con una categoría y un sueldo menores o que tomara una licencia sin goce de sueldo.
“Permaneció varios meses sin trabajo y tuvo que vender su auto para pagar la atención médica y sicológica que requería. La necesidad la obligó a regresar en enero a laborar, al mismo lugar, bajo las mismas condiciones. El 4 de agosto la volvieron a violar en su área y turno de trabajo.
“Narra que el primer ataque ocurrió en un área ruidosa, mal iluminada y alejada. Estaba haciendo un reporte frente al escritorio cuando un hombre con uniforme de Pemex, gorra de beisbolista y un paliacate que le cubría el rostro la tiró al suelo, la levantó del cabello y la llevó a la parte de atrás donde la golpeó y violó; le colocó un pañuelo en el rostro con olor raro y ella perdió el conocimiento.
“´Tuve que hacer una ampliación de mi denuncia porque yo había dicho que cuando desperté tenía ropa, pero no, estaba desnuda. Me dio mucha pena admitirlo´.
“Envió repetidas cartas al directivo (de las cuales compartió acuses de recibo) solicitando que se le reubicara dignamente. El caso se canalizó a la Gerencia de Inclusión y ella se entrevistó con el subdirector de recursos humanos y relaciones laborales, quien le dio un trato que ella consideró misógino.
“Me decía: ‘es lo que tú dices, yo lo tengo que tratar con el sindicato’, pero tenía una actitud hostil”.
Pidió un permiso sin sueldo y en enero regresó a laborar.
“´El primer día fue difícil, me sentí mal, en mi área estaba sola y le pedí por favor al ingeniero de turno que me tuviera consideración´. Sin embargo, el teléfono del área donde estaba no servía y prevalecían las deficiencias para el control de accesos y la iluminación.
Alicia comenzó a sentir el hostigamiento y rechazo de sus compañeros por sus constantes peticiones de que mejoraran las condiciones de seguridad. En su área de trabajo hay 102 personas, de las cuales sólo 6 son mujeres y no tienen baño para ellas.
Empezaron a aparecer letreros que decían: “Ya te estábamos esperando con ansias. Atentamente, tu violador” y otros más soeces. Días antes del segundo ataque, ella envió una carta a la Secretaría de la Función Pública denunciando incidentes de personas merodeando por su área de trabajo, corroborado por terceros.
El 4 de agosto verificaba los niveles de los tanques de catalizador cuando un hombre con un pasamontaña la sometió por la espalda apretándole el cuello y amenazándola con una pistola. El agresor, que actuó con un cómplice, le obligó a beber algo que le hizo perder el conocimiento y cuando lo recobró ya estaba en el hospital de Pemex.
La empresa aseguró que los casos de Alicia son los únicos de abuso sexual que se han reportado en el complejo y que la sanción para los posibles responsables era la rescisión del trabajo.
Actualmente “Alicia” permanece de permiso, pero pronto debe volver a trabajar. Dice que lo único que pide es una reparación integral del daño, que incluya atención médica y psicológica.
Que triste conocer las agresiones sexuales en los centros de trabajo, no importa si es de la iniciativa privada o de instancias de gobierno. Es importante buscar alternativas para evitarlos.
Sufrir por el agua; mujeres caminan kilómetros para obtenerla
Kenia está ubicada en África Oriental. Tiene una superficie mayor que la de Francia, aproximadamente del tamaño de Texas. El Ecuador atraviesa el corazón del país. Es bañado por el Océano Índico. Kenia es un país de indudables contrastes. Desde las cumbres nevadas del monte Kenia que coronan el Ecuador hasta las cálidas playas bañadas por el sol, el paisaje comprende montañas, selvas, desiertos y lagos.
Mucha abundancia, pero la pobreza está presente y de qué forma.
El Gran Valle del Rift atraviesa el país de norte a sur con una cadena de lagos y varios volcanes en su mayoría inactivos. En Kenia hay alrededor de 37 grupos étnicos, pero no existe ninguna cultura identitaria única. Kenia se conoce como la cuna de la humanidad. Es aquí donde los humanos estamos más próximos a nuestras raíces.
Toda esa maravilla que es Kenia, como escribimos antes, cuna de la humanidad, contrasta ahora con las grandes penurias que sufren, principalmente las mujeres.
¿Por qué?
Una investigación de la Organización de las Naciones Unidas (ONU)-Mujeres realizado en el condado de Turkana, norte de Kenia, lograron confirmar que las mujeres deben caminar varios kilómetros diariamente para poder obtener agua. Sí para obtener agua en una región con grandes recursos. Ahora la sequía mantiene a la zona en ascuas.
Epung’u tiene 58 años y es madre de siete hijos. Forma parte de los 2,7 millones de personas que actualmente están afectadas por la sequía en el Cuerno de África. Les dice a las investigadoras de ONU-Mujeres: “En un buen día, conseguimos aguas de una bomba solar a un kilómetro de aquí, pero cuando esta bomba se rompe, tenemos que escarbar en el cauce del río seco en busca de restos de lloviznas”.
Akidor Lopunga Nangiro, una anciana que vive con sus dos hijos, una nuera y cuatro nietos, a unos diez kilómetros de Loturei, en Nakata Pan, ya no recuerda cuándo fue la última vez que llovió. Las mujeres en esas zonas no sólo se encargan de suministrar alimentos a sus hogares, sino que también deben buscar ingresos a través de la venta de leña a las localidades vecinas.
Algunos condados de Kenia ya suman años de intensa sequía. Los conflictos por el agua y empuja a sus pobladores a salir de la región. La sequía también ha empeorado la situación de inseguridad alimentaria de sus habitantes y estiman que aumentará a cuatro millones de personas, de acuerdo a la Unicef.
Política mediática
En su visita a México, la activista pakistaní Malala Yousafzai resaltó el poder de las redes sociales y llamó a evitar el bullying. En el Foro México Siglo XXI, en el Auditorio Nacional, dedicó su participación a hablar sobre la educación y la equidad de género. Ante becarios de la Fundación Telmex-Telcel, la Premio Nobel de la Paz pidió a los jóvenes ser motores de cambio, lo que, dijo, se puede hacer a través de las redes sociales @ La organización Alianza Feminista acusó al Secretario de Salud en Guerrero, Carlos de la Peña Pintos, de negarse a aplicar la norma 046 que establece la atención a personas que han sido agraviadas por violencia intrafamiliar o sexual. La agrupación de mujeres sostuvo que la negativa de aplicar tal norma es un atentado contra los derechos humanos de las mujeres guerrerenses @ Un tribunal ruso condenó a dos jóvenes “sádicas” a cárcel por torturar y matar animales mientras se filmaban cometiendo los atroces actos. El juicio de cinco meses, que tuvo lugar en la ciudad de Khabarovsk, terminó con Aliona Savatchenko y Alina Orlova declarándose culpables. Ellas habían sido apodadas “las carniceras de Khabarovsk” por los medios de comunicación. Las dos llevaron a perros y gatos a un edificio abandonado donde les arrancaron los ojos, pisotearon y dispararon contra los indefensos animales con pistolas de aire comprimido. Posteriormente, publicaron los inquietantes videos en las redes sociales que condujeron a una investigación y sus posteriores arrestos@Al menos cuatro muertos dejó la tormenta tropical “Lidia” a su paso por Los Cabos, entre ellas una mujer y un menor de edad, informaron autoridades estatales. El Gobernador Carlos Mendoza Davis resumió las afectaciones al Municipio e indicó que se trató de desalojar a toda la población posible.
*Periodista y política chiapaneca.
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