
Agencias / MonitorSur, CIUDAD DE MÉXICO.- Henry Cavill, el último Superman de DC Comics, es uno de los rostros más reconocibles del cine de superhéroes. Para estar a la altura del personaje, el actor de 38 años tuvo que ejercitarse y ponerse en forma: un recorrido por sus primeras apariciones en la pantalla deja en evidencia que no siempre tuvo el porte o los músculos que caracterizan al hombre de acero.
En su primera película, Laguna(2001), Cavill interpretó al hijo de las víctimas de un atentado mafioso, que busca venganza por la muerte de sus padres mientras se siente atraído hacia Thelma, interpretada por Emmanuelle Segnier. En ese film, el actor que sería Superman tenía solo 18 años.
Al año siguiente, interpretó a Albert Mondego en la adaptación de la novela de Alexandre Dumas El conde de Montecristo, dejando para siempre una idea de cómo se hubiera visto el joven Cavill de haber nacido en la Francia del siglo XVIII.
No fue su única incursión en las producciones de época. Antes de ser un superhéroe, el actor británico fue Charles Brandon en la serie The Tudors (2007), ambientada en la Inglaterra del siglo XVI.
En ese entonces todavía estaba lejos el papel que lo llevaría a la fama: su aparición en El hombre de acero, la primera entrega de la saga de Superman, no llegaría a los cines hasta 2013. Luego, protagonizó otras tres películas en el emblemático traje azul, amarillo y rojo.Sin embargo, ya se anunció que no participará de una quinta entrega: se rumorea que el exbasquetbolista Michael Jordan podría ser el nuevo elegido.
Aún así, es claro que Cavill atravesó una intensa metamorfosis con el tiempo. ¿Quién podría reconocer ahora a aquel joven de Laguna?
Con información de la agencia ‘EFE’.
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