Ery Acuña/ Desde el sótano
(((Monitor Sur))) Sábado 29-sep-2018
Bla, bla, bla, bla… Sí, todo es un desastre en Tuxtla. La herencia de “los que se van” y “los que se fueron”.
A Carlos Morales Vázquez le dejan una bomba de tiempo, y cuando decidió jugar su tercera candidatura sabía a lo que se enfrentaba si ganaba.
Bien pudo pedir una diputación federal y llevársela en paz. Pero le entró. Paco rojas también sabía que si ganaba iba a tener que reconstruir una casa tan devastada como un terremoto. Y también se la jugó, pero aceptó, con un alto gesto de responsabilidad, su derrota en las urnas.
¿Qué van a encontrar el lunes cuando uno, Carlos Morales como alcalde, y dos, Paco Rojas como regidor, rindan protesta? Personas que cobraban a través de prestanombres, 5 o hasta 10 nóminas. Desfalcos en casi todas las dependencias. Mencionar las condiciones en que se encuentran las calles es perder el tiempo.
También encontrarán un saqueo añejo y podrido, como las tuberías de la ciudad, en las arcas del SMAPA. En el área fiscal ni se diga. Por ejemplo, reportaban 700 pesos al día en estacionamientos con boletos falsos, mientras los boletos originales los desaparecían para quedarse con millones, no miles, millones de pesos.
Hasta el último momento “los que se van” querían o lograron –no lo sé- que directores, secretarios y altos funcionarios con apenas dos años de antigüedad, les concedieran una base para tener trabajo de por vida, mientras trabajadores que llevan hasta 20 años laborando de verdad, les niegan sus derechos.
Ahora, para distraer la atención del desastre que dejaron, “los que se van” empiezan una guerra sucia por redes sociales contra el alcalde entrante, con argumentos inflados en su contra que no tienen ni la mínima comparación de lo que ellos mismos representan.
Carlos Morales Vázquez guarda desde años atrás una amistad cercana con el presidente de la República electo, AMLO. Ojo, esto lo coloca de facto como posible candidato a la gubernatura en el 2024. Claro, eso no lo salva del desastre que tendrá que enfrentar a partir de este lunes 1 de octubre cuando rinda protesta. Al contrario. Sin embargo el apoyo político de AMLO le va a servir para maniobrar sus estrategias dentro del ayuntamiento.
Tendrá que hacer recortes duros, tanto en la inflada nómina que se gestó en los últimos tres lustros, como en gastos de varias áreas. Solo así podrá sacar a flote un barco hundido por “los que se van” y “los que se fueron”.
Vienen turbulencias en los próximos meses, pero muchos tuxtlecos confiamos en que habrá un buen capitán para maniobrar las olas de un tsunami, y no permitir que un barco a la deriva termine de hundirse en medio de una feroz turbulencia.
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