Por Ernesto Villanueva/Criptocracia.

Señor Secretario:

Hoy 24 de abril en México se hace un llamado de atención en contra de cualquier tipo de violencia contra las mujeres. La forma y el perpetrador de la violencia son distintos: pero tienen en común que la mujer en los hechos se afectada en sus derechos humanos.

Me ha llegado una historia de presunta irresponsabilidad, colusión, discriminación y acoso a una joven de 15 años, que no tiene relaciones para marcarle al teléfono para dar voz a su desgracia, tampoco tiene a un equipo de abogados prestos a iniciar acciones legales. Es, al igual que su madre, una persona de a pie, de esos millones de mexicanas que tiene muy pocas vías de difundir su historia, pedir justicia y se investigue a los responsables, presuntamente los doctores Rubén Espinoza Montero del área de Neurología, quien mal aplicó el estudio y Eduardo Barragán Pérez, jefe de neurología del citado hospital público quien actuó aparentemente como cómplice del primero al alterar resultados de los estudios de la menor en un ejercicio de irresponsabilidad jurídica y ética.

Estoy seguro que, como yo, usted estará de acuerdo en que se no deben permitir estas acciones ilegales en ningún caso, pero especialmente contra quienes menos tienen.

Aquí le comparto la voz de denuncia de una madre desesperada:

“Le escribo con la esperanza que estas líneas lleguen a su sentir más profundo, aquél lugar donde uno puede percibir la verdad y desestimar cuando es mentira. Aquel lugar donde sólo se aloja el sentido más humano y por lo tanto virtuoso.

Tengo una hija de 15 años, la cual gusta mucho de los perros, los ama y cuida con tal ternura que es ahí donde he aprendido mucho de su sensibilidad y empatía para con la vida. Al día de hoy todo su mundo se ha derrumbado, y su tristeza y dolor me obligan a ser su voz, me obliga este corazón de madre a pasar su voz, porqué ahora la vida nos muestra una realidad, que nunca hubiéramos imaginado.

Mi hija desde octubre del año pasado fue aceptada en el Hospital Infantil de México Federico Gómez, para descartar una enfermedad crónica degenerativa, concluyendo como último recurso una biopsia de nervio sural para la niña, siendo en Marzo de este año el resultado de esa operación por demás dolorosa, de día y de noche con dolores indescriptibles a grito abierto por más de dos meses. El único consuelo para ambas era tener la certeza bajo el resultado de esa biopsia, su diagnóstico y por ende su rehabilitación.

Algo salió mal. El Doctor cortó mal, no hubo resultados, ni diagnóstico Y lejos de darnos una solución, las cosas se le salieron de control y el médico nos corrió de una manera arbitraria, incluyendo gritos a mi hija y agredirla en su desesperación. He pedido los videos del Hospital sin resultado alguno para que verifiquen esa agresión, existen muchos testigos dentro del Hospital que violó varios derechos de un menor.” (Los videos, por supuesto, no existen)

“Fuimos citadas posteriormente en varias ocasiones, nosotras no sabíamos, nos citaban sólo para ir maquillando el expediente. Cambiaron toda la biopsia. Es mentira e irreal. Cometieron un acto de corrupción que fue tejido en pocos días para protegerse legalmente, porque en lugar de nervio, cortaron tendón, músculo y grasa. Y a pesar de mis ruegos y buena fe. Y del evidente daño al pie de mi hija, al día de hoy los calambres no cesan.

“Hoy mi niña no ha podido ni ir a la escuela, ya perdió el año escolar, los dolores en su pie no cesan, y el Hospital sólo guarda silencio, de los doctores no sabemos nada, a pesar de mis múltiples llamadas rogando el diagnóstico y una solución. El asunto lo mandaron al olvido. Sin importar la urgencia de un diagnóstico fiable, verdadero para su pronta rehabilitación

“No tengo el poder mediático, sólo un corazón lastimado al ver las condiciones en que me han dejaron a mi muchacha, al olvido como a un perro en la calle. Como la basura del hospital sacada a tiempo. Podrida. Mal operada. Hoy entendí que hay dos caras, una la que hablan sobre derechos humanos y protección a los menores arriba de los estrados, con imágenes lindas y la otra, la de campo, la de la vida real, la que nos enfrentamos los padres.

“Se violan los derechos humanos a los niños, nadie nos escucha y mucho menos nos ayuda. ¿Por qué? .Me ha tomado toda su vida, hacerla un ser humano hermoso con mucha calidad humana, ¿Quién le dio el derecho al hospital de mostrarle a mi hija, lo más bajo del ser humano? la falta de escrúpulos, la falta de sentido de humanidad, la falta de moral, la mentira, el influyentismo, la mediocridad, el desapego, tanto dolor, la corrupción.

“A mi duele, ¡carajo!, soy su madre, ¿Quién le dio el derecho al hospital de vulnerarla de esa manera?, ¿Quién les dio el derecho de dañarla físicamente, emocional y psicológicamente?, soy su madre y sufro su dolor cada día y cada noche a raíz de una mala operación. Ella llora en mis brazos, tiene calambres a raíz de la operación, antes no le dolía nada. Sólo el cambio paulatino visible de sus pies. Mi niña es víctima de la peor injusticia. El hospital cubre esta negligencia, no me dan ninguna solución.

“Hoy sólo pido que está voz de madre que es la voz del dolor de mi hija, no pase al olvido. Que alguien sepa y se apiade y cuente y cuente la historia de mi Mariana, que ya no pasea a sus perritos, ni va a la escuela, ni sonríe, ni baila como lo hacía, ni sueña, porque todo lo hermoso que yo le enseñé de la vida. La corrupción de México y sus autoridades se lo han robado, de una manera abrupta, sin sentido, sin razón, injustamente y peor aún IMPUNEMENTE.”

“No hay prueba más fehaciente de esta mala práctica médica que las laminillas de la biopsia y el ADN de mi hija. Que en conjunto hacen el soporte ético, moral, fidedigno y legal de mis palabras, que he relatado con anterioridad. Las fotos que tengo en original que prueban la operación de biopsia de mi hija, los pagos sellados en caja, el documento posterior a la operación, la firma del doctor que la operó. El documento está roto porque a mi hija se lo arrebató el mismo doctor que la operó el día que fuimos agredidas esperando el resultado de la biopsia en consulta externa. Mi hija lo tenía en sus manos y fue rota en nuestra presencia cuando al mismo tiempo llamaba yo a alguien para que nos auxiliará. Es el comprobante de una ambulancia que vino por mi niña. Dado la falta de información por parte del médico de como sobrellevar en días venideros la operación del pie.

“También existe una queja administrativa de mi parte en contraloría interna del hospital (que como usted sabe no tiene ninguna utilidad) Todo lo anterior dan sustento más detallado lo largo del proceso y también una de la llamada del director de Neurología directa a mi celular, para preguntarnos datos personales, como la dirección de la escuela de la niña y mi trabajo y citarme de nueva cuenta. Tengo un disco que contiene las imágenes de la resonancia magnética y verla sobre posibles coágulos.

“El Dr. Eduardo Barragán Pérez (la tarjeta me la dio él en una cita que me pidió fuera sola) fue quién adulteró la biopsia y el expediente. Porque aunque todo el cuerpo médico reconoció, incluido quién la operó, que hubo un error médico, pero al pasar a las manos del Dr. Barragán Pérez ya todo se modificó e insistió en que yo firmara. Él prometió llamarme en una semana para darle solución y un diagnóstico reparando así ésta situación. Y ahora a pesar de mis llamadas. Al día de hoy no ha tomado ninguna. Silencio total”

Sr. Secretario José Narro:

Su intervención en este caso es imprescindible para dar señales de que las cosas no serán como han sido antes. (Seguramente hay muchísimos otros casos que ni usted ni yo nos damos cuenta ni lo haremos). Hay, empero, un caso concreto para que sea resuelto, se tomen las medidas correspondientes, se sancionen, en su caso, a los médicos involucrados y se intervenga de nueva a esta jovencita para que pueda llevar una vida sana a la que tiene derecho, pero una mala práctica médica se la ha arrebatado de un día para otro.

Le dejo al teléfono celular de la madre de la niña agraviada, Ana Rodríguez Zaragoza para que conforme a derecho se solucione a la brevedad posible esta situación ilegal, antiética y discriminatoria: 5534743417.

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