Agencias, Ciudad de México.- Un equipo de investigadores de la Universidad de Johannesburgo determinó que los antiguos cazadores que habitaban la actual Sudáfrica en tiempos de la Edad de Piedra entendían los comportamientos de los animales y sus patrones migratorios, e incluso sabían construir trampas para acorralarlos.
En un estudio publicado en la revista Archaeological and Anthropological Sciences, los científicos presentaron su análisis de las recién descubiertas cometas del desierto, como se conocen esas trampas de cazar encontradas previamente en zonas similares de Oriente Próximo, y señalaron que son muy similares a las del desierto de Néguev, situado al sur de Israel.
Las cometas del desierto eran unas estructuras o muros de piedra construidos en forma de V, que conducían a los animales a un punto donde se abría un foso o se elevaba en torno un recinto desde donde ya se podía matar a la presa sin dificultad.
La presencia de estas construcciones en la zona de Keimoes, en Sudáfrica, demuestra que “los cazadores-recolectores de las regiones áridas del sur de África modificaron intencionadamente su paisaje para optimizar la recolección de ungulados como la gacela migratoria, en este caso, la gacela saltarina de El Cabo, adaptada al desierto”, sostienen los autores del estudio.
“Además, descubrimos que el de las cometas de Keimoes probablemente era un paisaje interconectado complejo, con patrones dinámicos del uso de la tierra por parte de los humanos, entrelazados con conceptos de custodia hereditaria a través de las generaciones”, agregaron.
Los derechos de inclusión, el gran tema de las elecciones del 2021: IEPC
Parlamento Juvenil 2019, espacio para el análisis y participación democrática
Candidato del PRI al Gobierno de Zacatecas y su esposa ocultan compra de residencias en Miami