Agencias, Ciudad de México.- El centro de investigaciones nucleares cerca de Ginebra que posee el mayor colisionador de átomos del mundo estudia la manera de castigar a Moscú y a la vez proteger a los científicos rusos que colaboran en la solución de los grandes misterios del universo.
El Centro Europeo de Investigación Nuclear, o CERN por sus siglas en francés, tiene la misión de facilitar la colaboración entre sus 23 países miembros y más allá. La guerra en Ucrania, que es miembro asociado, obliga a la organización a calibrar su respuesta para sumarse a las medidas internacionales contra Rusia, que era observador antes de la invasión, sin sacrificar la ciencia.
Unos 1,000 científicos, casi el 7% de los 18,000 investigadores asociados con el CERN, están afiliados a instituciones rusas, y la mayoría, aunque no todos, son rusos. Si se les impide participar en los experimentos y otras investigaciones, esto podría demorar o complicar proyectos que utilizan el Gran Colisionador de Hadrones, el acelerador de partículas más grande y poderoso del mundo que ocupa un anillo subterráneo de imanes superconductores que se extiende por 27 kilómetros en y alrededor de Ginebra.
El consejo directivo de CERN enfrenta una decisión crucial esta semana porque el colisionador está a punto de comenzar a funcionar en abril tras una pausa de más de tres años debido en parte a la pandemia de coronavirus. El colisionador requiere pausas regulares y se espera que genere enormes cantidades de datos nuevos.
“¿En qué clase de proyectos participan los rusos aquí en CERN? Esencialmente en todo lo que hacemos”, dijo el director de investigaciones y computación Joachim Mnich. “Estamos discutiendo con el consejo para hallar una solución: castigar lo más que podamos al gobierno ruso. Pero no castigar a nuestros colegas”.
La próxima operación del acelerador, que brindará nuevos datos a partir de mediados de año, será apenas la tercera ronda de experimentos del colisionador: la primera tuvo lugar de 2010 a 2012, la segunda de 2015 a 2018, y se espera que ésta continúe hasta 2026.
El 8 de marzo, el Consejo del CERN se sumó a la condena internacional de la invasión de Ucrania y suspendió la colaboración con Rusia y sus instituciones por tiempo indeterminado. Expresó su apoyo a los científicos rusos que “rechazan esta invasión” y despojó a Rusia de su estatus de observador.
El CERN es gobernado por 22 países europeos más Israel. Estados Unidos, Japón y la Unión Europea tienen estatus de observadores. Ucrania y otros seis países son miembros asociados.
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