Agencias, Ciudad de México.- Muchos perros suelen ladear la cabeza hacia la izquierda o la derecha cuando escuchan a sus amos y un estudio de la Universidad Eotvos Loránd, con sede en Budapest (Hungría), ha encontrado una explicación para este comportamiento, que no implica ningún tipo problema acústico en los animales.
El equipo de etólogos húngaros demostró en uno de los tres experimentos que algunos perros son más propensos a esta práctica. Los investigadores buscaron correlaciones con distintas capacidades individuales de las mascotas participantes y la única que se identificó fue el ‘vocabulario’ que previamente habían acumulado de sus amos.
Dos pruebas posteriores mostraron que los animales mejor entrenados para identificar objetos cuando se pronuncia su nombre, ladean la cabeza más a menudo al escuchar palabras significativas, algo que “podría ser un indicio de mayor atención”.
Los 40 perros que participaron en los experimentos fueron adiestrados durante tres meses para que se familiaricen con los nombres de varios juguetes, que debían encontrar y llevárselos al amo.
Siete de los animales, de raza border collie, habían recibido una preparación mucho mejor al participar en estudios previos de los etólogos húngaros. Y justamente estos perros eran los que ladeaban la cabeza con mayor frecuencia que el resto del grupo, además de tener mejores capacidades para identificar distintos juguetes. Lamentablemente un perro murió antes del segundo experimento y solo seis completaron la prueba.
Durante la tercera prueba, los collies tuvieron siete días para aprender los nombres de nuevos juguetes. Al evaluar los resultados, determinaron que los animales inclinaban la cabeza casi siempre que escuchaban al amo, dos siempre al lado izquierdo y otros dos al lado derecho la mayoría de veces.
“Los estudios futuros con un tamaño de muestra más grande pueden combinar enfoques conductuales y neuronales para revelar la relación entre la dirección de la inclinación de la cabeza y el procesamiento neuronal de las vocalizaciones humanas”, concluyen los autores, y sugieren que el sonido podría coincidir en la cabeza del perro con una imagen asociada.
En todos los casos, los perros inclinaban cabeza cuando “estaban orientados hacia el amo”, afirman los investigadores, pero la posición del propietario no influía sobre a qué lado la movían. Por lo tanto, deducen que la ubicación de la fuente de sonidos puede excluirse como un factor de este comportamiento.
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