Redacción
Ciudad de México, 29 junio 2018.-El proceso electoral mexicano que concluye con la votación del 1 de julio es considerado hoy el más violento desde que se tienen registros en el país.
Fueron 213 días de campañas en los que resultaron asesinados 133 políticos en 26 estados del país.
Las entidades del litoral Pacífico concentraron el 51 por ciento de los crímenes, según Etellekt Consultores, especializada en riesgos políticos.
Guerrero y Oaxaca destacan como focos rojos con 26 políticos ejecutados en cada estado. Puebla ocupa el segundo puesto, con 13 casos, y le sigue Michoacán con nueve asesinatos, cuatro de ellos en junio.
El Partido Revolucionario Institucional (PRI) resultó el más golpeado con 45 víctimas. Luego aparece el Movimiento de Regeneración Nacional (Morena, 20) y el Partido de la Revolución Democrática (PRD, 18).
La firma consultora consigna en su último informe 548 agresiones, que incluyen los 133 homicidios (48 de candidatos), 47 tentativas de homicidio y 50 asesinatos de familiares de políticos.
En su mayoría, tales agresiones fueron atribuidas al crimen organizado, cuya actividad puede alentar el abstencionismo en las regiones con mayor inseguridad.
Unos cinco mil postulados a cargos de elección popular declinaron sus aspiraciones, sobre todo por la violencia.
El exconsejero presidente del otrora Instituto Federal Electoral (IFE), Luis Carlos Ugalde, afirmó que ningún otro proceso electoral ha registrado el nivel de violencia actual.
Si se analizan las cifras históricas, se vislumbra que este es el periodo electoral más violento en los últimos años al registrarse agresiones a políticos en 29 de los 32 estados del país, revela el Tercer Informe de Violencia Política México 2018, elaborado por Etellek.
Desde que comenzó el proceso electoral en septiembre del año pasado, hasta mediados de abril se contabilizan 64 muertos.
“Los ataques se concentraron en precampañas e intercampañas, más de 60%”, alertó el director de Etellek, Rubén Salazar Vázquez.
Claudio Merino Pérez, precandidato alcalde de Jamiltepec, Oaxaca, por Movimiento Ciudadano, fue asesinado el 6 de septiembre de 2017 de 23 balazos. Su caso encabeza la lista del Tercer Informe de Violencia Política en México, que contabiliza a los muertos de los últimos siete meses.
El mes más sangriento fue diciembre, con 13 muertos. En octubre y febrero se registraron 10 asesinatos. Después, los meses con más víctimas de aspirantes a cargos de elección popular fueron enero con 9, marzo con 8, noviembre con 7, septiembre con 4 y abril con 3.
Casi todos los estados cuentan con algún homicidio de políticos, que además también han denunciado ataques en los que han resultado heridos ellos, miembros de sus familias o sus equipos.
Por partidos políticos, el PRI ha perdido a 22 miembros, el PRD más de una docena y el PAN 9.
Irrumpe el crimen organizado
En la elección del 1 de julio próximo grupos del crimen organizado tienen particular interés en Guerrero, Puebla, Veracruz e Hidalgo, estados en los que buscan mantener el control del cultivo de amapola, el robo de combustibles y de mercancías de transportes de carga, señala el estudio.
De acuerdo con el informe, del 8 de septiembre de 2017, mes en el que inició el proceso electoral actual, a mediados de abril de este año se han registrado 173 agresiones directas contra políticos y sus familias, de las cuales 64 fueron asesinatos.
En el 80% de los casos de políticos asesinados se presume la participación del crimen organizado. Las agresiones se han registrado en 29 de los 32 estados del país.
Las zonas “rojas” en el mapa de riesgo que elaboró la consultoría están Guerrero, donde el crimen organizado busca mantener el control de la siembra y comercio de amapola; Puebla, Veracruz e Hidalgo donde operan “huachicoleros” que controlan el mercado negro de combustibles y también el robo a camiones de carga.
“Al crimen organizado no sólo le interesa controlar a las policías, ahora hay un interés vinculado con servicios de agua, de electricidad, ha habido atentados contra la gente de la Comisión Federal de Electricidad y de alguna manera el crimen ha manifestado su interés por estos servicios”, agrega.
Según el reporte, los estados que concentran el mayor número de asesinatos son Guerrero con 16; Oaxaca y Puebla con 8; Veracruz con 7 y Jalisco con 4, el Estado de México con 3 al igual que Hidalgo y Michoacán.
En este periodo también se registraron dos homicidios en Guanajuato, Chihuahua, Colim, Durango, Chiapas, San Luis de Potosí, Tabasco, Tamaulipas y Zacatecas.
Las agresiones incluyen intimidaciones, atentados con armas, secuestros y asaltos, entre otros.
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