Crisis inflación Latinoamérica eleva expectativas de alzas tasas
Agencias, Ciudad de México.- Los banqueros centrales de América Latina enfrentan una presión renovada para extender los intensos aumentos a las tasas de interés después de que los precios al consumidor superaron las estimaciones en toda la región, impulsados por los crecientes costos de las materias primas.
La inflación de marzo superó incluso los pronósticos más pesimistas en Brasil y Chile, según cifras oficiales publicadas. Eso sigue a datos de precios peores a los esperados en Colombia, Perú y México. La región está siendo golpeada por el aumento de los costos del combustible y los alimentos provocados por la invasión rusa a Ucrania.
Las autoridades monetarias latinoamericanas fueron de las primeras del mundo en comenzar a aumentar costos de endeudamiento a medida que las restricciones del suministro global y, en algunos países, el estímulo contra la pandemia reavivaron la inflación. Las nuevas presiones sobre los precios ahora están desafiando los planes de Chile y Brasil para concluir el ajuste. También presentan el riesgo de alimentar el malestar social, que estalló en forma de protestas masivas en Perú.
Lo que dice Bloomberg Economics
“Los precios de los alimentos y los combustibles fueron los principales impulsores, pero no los únicos, de los fuertes aumentos de marzo. Los resultados muestran claramente el impacto del incremento de los precios mundiales de los alimentos y los combustibles tras la guerra en Ucrania. También muestran una presión creciente sobre la inflación en general. Los datos apuntan a un escenario desafiante para los bancos centrales, ya que la presión inflacionaria se debe principalmente a choques de oferta en los que las tasas de interés no tienen mucho efecto”.
–Felipe Hernández, economista de América Latina
La inflación mensual de Brasil registró su mayor incremento desde 2003 debido a que la gasolina se disparó un 6.95%. Los precios al consumidor de Chile registraron la mayor alza mensual en aproximadamente tres décadas, ya que el pan aumentó un 5.9% y la energía subió un 2.6%.
El gas para cocinar y la gasolina impulsaron la inflación en México, y la cifra anual alcanzó un máximo de 21 años. Aun así, los aumentos de precios podrían haber sido mucho peores.
“Los precios del gas y la gasolina han subido mucho menos que los indicadores de referencia internacionales”, dijo Alonso Cervera, economista jefe para América Latina de Credit Suisse Group AG, sobre México. “La inflación sería más alta, mucho más, si no fuera por los subsidios”.
Desafío a las proyecciones
La inflación de marzo pone a prueba la proyección de la presidenta del Banco Central de Chile, Rosanna Costa, quien dijo que los encargados de la política monetaria podrían desacelerar el ritmo de futuras alzas de tasas. Lo mismo ocurre con las directrices del presidente del banco central de Brasil, Roberto Campos Neto, quien ha señalado repetidamente sus planes de un aumento final de tasas en mayo. Las tasas de swap en ambos países subieron tras las cifras de precios.
Sin duda, algunos economistas desconfían de la idea de aumentos aún más agresivos en el costo de los préstamos. “En lugar de mirar la inflación general actual, están mirando la inflación a 12-24 meses. Eso es lo que realmente les importa”, dijo Alejandro Arreaza, economista de Barclays Capital Inc.
Cada vez hay más señales de que el malestar a causa de los precios se está extendiendo a la política. El presidente de Perú, Pedro Castillo, decidió imponer un toque de queda en Lima después de que protestas contra la inflación se transformaran en violentos enfrentamientos con la policía.
En Brasil, la estatal Petróleo Brasileiro SA, o Petrobras, anunció en marzo que subiría los precios de los combustibles en hasta un 25%. El presidente de la nación, Jair Bolsonaro, que se presenta a la reelección en octubre, destituyó al director ejecutivo de la compañía dos semanas más tarde cuando las encuestas mostraron el enorme malestar de los votantes frente a la inflación.
De manera similar, aproximadamente dos tercios de los chilenos creen que las perspectivas para el consumo son malas o muy malas, según una encuesta de opinión pública publicada, que también mostró una disminución del índice de aprobación del presidente, Gabriel Boric.
Boric dio a conocer un plan económico destinado a impulsar los sectores que se han quedado atrás en la recuperación de la nación. La iniciativa incluye congelar los precios del transporte público, así como esfuerzos para contener los aumentos del queroseno y la gasolina.
De cara al futuro, hay más malas noticias a la vista. El 13 de abril, Argentina publicará su lectura de inflación de marzo, que se espera que muestre un aumento de los precios al consumidor de un 5.8%, lo que sería el mayor incremento registrado durante la presidencia de Alberto Fernández.
La guerra en Ucrania y la volatilidad masiva en los precios de los productos básicos son una sorpresa para todos”, dijo William Jackson, economista jefe de mercados emergentes de Capital Economics. “Más que nada, pone a las autoridades monetarias en una posición difícil, dado que ya han actuado para contener el aumento de los precios”.
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