Agencias / MonitorSur / GIJÓN, España .- El director estadounidense Dan Mirvish, una de las figuras representativas del cine independiente norteamericano, ha rodado una “ficción especulativa” en su última película, “18 1/2”, sobre el caso Watergate, que compite en la sección Albar de la selección oficial del Festival Internacional de Cine de Gijón (norte de España).
El cineasta, cofundador del Slamdance Festival Film para películas independientes de bajo presupuesto, se ha inspirado en los 18 minutos y medio de una conversación del presidente Nixon que fueron borrados de una cinta, pero que fueron hallados en una copia que una transcriptora de la Casa Blanca entregó a la prensa.
Lejos del documental, la película es “una ficción especulativa” en tono de comedia y a ritmo de bossa nova escrita por Mirvish y Daniel Moya e interpretada por Bruce Campbell, en el papel de Richard Nixon, y Richard Kind, Willa Fitzgerald, John Magaro y Catherine Curtin.
Galardonado con el Premio a la Visión Creativa en el Festival Internacional de Cine de Roma y a la “narrativa sobresaliente” en Talgrass 2021, el largometraje fue presentado este martes por el director en una rueda de prensa antes de su estreno para el público en el Teatro Jovellanos de Gijón.
Mirvish señaló que rodó en un momento de dificultad por la pandemia de coronavirus sin pensar en el impacto que podría tener un tema como la corrupción política porque estaba convencido de que “si sobrevivió a Nixon podría sobrevivir a Trump” y le interesaba recordar la relación entre La Casa Blanca y la multinacional ITT en 1974.
Fue en una conversación con su amigo guionista Daniel Moya sobre la cinta con la voz del trigésimo séptimo presidente de los Estados Unidos cuando decidió hacer la película como un thriller político de ritmo trepidante en tono de comedia.
Un hotel construido en los años 50 del siglo pasado propiedad de un amigo y un restaurante de la época en Nueva York fueron las localizaciones escogidas para el rodaje, que comenzó a principios de marzo de 2020 y que estuvo paralizado hasta septiembre por las restricciones derivadas de la covid-19.
Se hizo “con los actores disponibles” en ese momento porque no estaba dispuesto a retrasar el inicio del rodaje y fue un acierto porque “si hubiera comenzado más tarde probablemente no habría película a causa del parón de la pandemia”, aseguró.
Mirvish dijo que aprendió de su maestro Robert Altman la necesidad de fijar una fecha inalterable para el comienzo de la filmación, que es como “un tren que sale a su hora con los pasajeros que están a bordo”.
La banda sonora fue compuesta íntegramente con música de Luis Guerra y letras del propio Mirvish, que fueron traducidas al portugués para establecer una “simbiosis” con los ritmos de bossa nova.
El cineasta añadió que no sabe la reacción que puede tener su película en el público de su país después de la “era Trump”, pero cree que los espectadores “seguramente harán analogías”.
A este respecto, recordó que al ser exhibida en el Festival de Sao Paulo, el público creyó que la película hacía alusión a Bolsonaro.
Con información de la agencia ‘EFE’.
Los derechos de inclusión, el gran tema de las elecciones del 2021: IEPC
Parlamento Juvenil 2019, espacio para el análisis y participación democrática
Candidato del PRI al Gobierno de Zacatecas y su esposa ocultan compra de residencias en Miami