TeraGames / MonitorSur, Ciudad de México.- El pasado mes de diciembre el autor de Please tell me! Galko-chan, Kenya Suzuki, fue arrestado por sospecha de violación de la ley de importaciones al comprar libros con imágenes de menores de edad en Alemania. El juicio concluyó hoy con la rama de Okazaki de la Corte del distrito de Nagoya declarando culpable al mangaka, el cual fue condenado a un año y dos meses de prisión de una sentencia de tres años suspendida.
El juez de la causa dijo que el crimen era “un acto malicioso que promueve la explotación sexual de menores y va en detrimento de la salud de la sociedad”, pero le aplicó la suspensión de sentencia debido a las ramificaciones sociales que sufrió Suzuki como consecuencia del crimen. Una de esas consecuencias es la salida de su manga de la plataforma Comic Walker en Japón y la retirada de imprentas de su obra tanto en Japón como en el extranjero.
Suzuki publicó un comunicado en japonés y en inglés en su cuenta en Twitter en el que dice que ha “admitido consistentemente (su) culpabilidad desde el inicio de los interrogatorios policiales” y “admitió los hechos que le imputó la fiscalía”.
El creador de manga explicó que compró y tenía estos libros entre 2020 y 2020 por interés propio y no como material de referencia para sus obras. Dijo estar “profundamente avergonzado por la falta de conciencia y por su comportamiento superficial”.
El artista de manga de 40 años es mejor conocido por su obra Please tell me! Galko-chan, que fue adaptada al anime en 2016. Esta es la sinopsis del anime:
Galko, Otako y Oujo son tres compañeras de clase y amigas que comparten su vida diaria y su sabiduría adolescente. Galko es muy poco refinada, pero es muy buena persona y popular en su clase, siendo su afición las películas. Otako es una chica que se sienta en una esquina de la clase y habla más bien poco, pero es buena amiga de Galko. Oujo por su parte es una chica bastante cabezahueca y refinada que se relaciona con ambas. Los nombres de las chicas hacen referencia a sus personajes, siendo Galko una gal, Otako una otaku y Oujo hija de una buena familia.
La suspensión de sentencia en Japón implica que el condenado es puesto es libertad condicional y se le permite reintegrarse a la sociedad. Si se rompe alguna ley durante el periodo de suspensión de la sentencia, entonces debe cumplir toda la condena en prisión.
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