México, DF, 3 de marzo 2015 (Círculo Digital).- Conservar alimentos en lugares donde existen altas temperaturas y poca energía eléctrica a bajo costo y con tecnología mexicana, ya es posible, gracias a la creación de un sistema de refrigeración solar diseñado por la doctora Susana Elvia Toledo Flores.
El prototipo desarrollado en el Departamento de Investigación en Zeolitas, del Instituto de Ciencia, de la Benemérita Universidad de Puebla (BUAP) trabaja 24 horas y mantiene el frío hasta por tres meses.
La investigadora desarrolla el prototipo en la Sierra Negra de Puebla, donde ha logrado mantener agua a nueve grados centígrados “con esa temperatura se puede enfriar alimentos, el objetivo es llegar a cinco, con ello se conserva pescado sin desnaturalizar sus proteínas”.
El diseño de la BUAP es de bajo costo, fácil de fabricar y benéfico para el medio ambiente. “Los sistemas de refrigeración normales usan compuestos químicos de clorofluorocarbonos que destruyen la capa de ozono y contribuyen con los gases de efecto invernadero, el nuestro es amigable con el medio ambiente”, detalla Toledo Flores.
Funciona con radiación solar y logra el enfriamiento por medio de un ciclo termodinámico de desorción-adsorción que dura 24 horas. Utiliza como refrigerante metanol y como adsorbente zeolita (mineral).
Toledo Flores señala que el sistema tiene dos etapas, durante el día “se produce el calentamiento, la desorción y el periodo de condensación. La energía solar calienta la zeolita e incrementa la presión de vapor del metanol, este refrigerante se condensa y conserva en un tanque que fluye al evaporador”.
Durante la noche se realiza el proceso de enfriamiento, adsorción y periodo de evaporación. “La temperatura de la cama adsorbente disminuye después de la puesta de sol, por ello, la presión del refrigerante se reduce y ocurre la evaporación mientras el absorbente es enfriado. Durante este periodo el refrigerante comienza a evaporarse y es de nuevo adsorbido por la zeolita generando temperaturas de enfriamiento de cinco grados centígrados. El proceso de adsorción continúa toda la noche hasta la mañana siguiente”.
El equipo está compuesto por un colector solar, cama adsorbente, condensador y evaporador. Para construirlo, la investigadora calcula la cantidad de agua a enfriar, con ello sabe cuánta zeolita utilizar. Además considera la temperatura ambiente, en este caso es de 20 grados centígrados en Puebla y a los grados que se desea llegar, que son nueve.
Por otro lado, el sistema “no solo está diseñado para enfriar alimentos, también puede ocuparse como aire acondicionado, por ejemplo, en comunidades de Tecali de Herrera, Puebla, hay zonas donde no llega la electricidad, si adaptamos el sistema además de conservar sus alimentos y medicamentos, les brindaríamos calidad de vida”, precisa Toledo Flores.
El proyecto se presentó en el Congreso Internacional de Energía Solar en Alemania donde recibió buena aceptación por ser económico, seguro y eficiente. Los alemanes están interesados en invertir en proyectos solares mexicanos. (Con información de Noticias México)
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