Agencias / MonitorSur, Ciudad de México.- Luego de llevar a cabo un estudio de varios años, investigadores de la Administración Estadounidense de la Aeronáutica y del Espacio (National Aeronautics and Space Administration, NASA) descubrieron una nueva conexión entre fallas geológicas de México y Estados Unidos, lo que revela la existencia de un solo sistema de fallas geológicas, mucho más grande y continuo. La conexión que une fallas geológicas de la entidad de California y el norte de México, mide 34 kilómetros de largo, en tanto el sistema tiene una longitud de al menos 350 kilómetros.
El 4 de abril de 2010, se registró un sismo de magnitud 7.2 en la escala de Richter, 60 kilómetros al sureste de Mexicali (Baja California); el fenómeno se localizó sobre la Falla de Cerro Prieto, una prolongación de la Falla de San Andrés (California, Estados Unidos). El temblor ocasionó severos daños en la ciudad mexicana de Mexicali y se sintió en el sur del estado norteamericano de California; en conjunto con sus réplicas, causó que se movieran decenas de fallas geológicas en la región, incluyendo muchas no identificadas previamente.
Dos meses después del mencionado temblor de El Mayor-Cucapá, una réplica de magnitud de 5.7 grados en la escala sísmica de Richter tuvo lugar en la sección conocida como Ocotillo y ocasionó una ruptura que dio origen una falla de 8 kilómetros de longitud enterrada en el desierto de California. El extremo sur de la Falla Elsinore de California está conectado al extremo norte la fronteriza Falla de Laguna Salada, a través de los 34 kilómetros de la falla de conexión llamada sección Ocotillo.
A NASA study connects the Southern California and Mexico faults in a continuous system. Ultimately, this helps researchers understand whether an earthquake on one section would rupture multiple fault sections, resulting in a much larger earthquake. https://t.co/ssDpwi9Is5
— NASA Earth (@NASAEarth) October 9, 2018
Según señala información publicada en el portal de la NASA, conocer la manera en que se conectan las fallas geológicas ayuda a los científicos a entender cómo se transfiere el estrés entre fallas geológicas; y, en última instancia, esto ayuda a los investigadores a comprender si un terremoto en una sección de una falla rompería varias secciones del sistema de fallas geológicas, lo que resultaría en un terremoto mucho más grande. La actividad sísmica de la región evidencia una geología compleja: las placas del Pacífico y de América del Norte convergen unas sobre otras en el sur de California, mientas en el Golfo de California hay una zona de expansión donde las placas se están separando.
UAVSAR (Uninhabited Aerial Vehicle Synthetic Aperture Radar) proveyó datos usados para el estudio que develó la conexión entre sistemas de fallas geológicas de México y Estados Unidos, comenzado en 2009; la extrema precisión con la cual este sofisticado instrumento mide el suelo permitió a los científicos percibir los cambios del terreno. Asimismo se emplearon datos sobre el movimiento vertical del suelo proporcionados por estaciones GPS regionales. Otro aporte del estudio consistió en monitorear los deslizamientos o deformaciones ocurridos tras el terremoto de El Mayor-Cucapá, pues la tierra sigue moviéndose durante los años posteriores a un sismo.
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