Redacción
Washinston, EU, 20 enero 2017.-Las menciones a Dios son, en general, más habituales en los primeros discursos de presidentes recientes de Estados Unidos.
El discurso más largo inauguró la administración más corta de la historia de EE UU. Al presidente número nueve, William Henry Harrison, su alocución le costó la vida. Dirigió a cuerpo gentil en plena tormenta de nieve 8.463 palabras (la media de los mensajes de investidura de toda la historia se queda en 2.350), cogió una pulmonía y murió un mes después. George Washington, en cambio, despachó su segunda inauguration con apenas 135 palabras (el mismo número que este párrafo). En el primero Washington había improvisado un “que Dios me ayude” (“so help me God”) en el juramento del cargo, pero no tenía sobre qué jurar. Según el historiador especialista en estudios presidenciales Gleaves Whitney, hubo que recurrir a una biblia de una logia masónica cercana porque en el primer capitolio no había ninguna disponible.
En más de dos siglos de historia, los textos de los discursos de investidura han estado plagados de gobierno (653 menciones), persona o gente (person/people, 648), nación (504), Estado (441) y país (343), pero, en contraste, varios presidentes nunca mencionaron ni Estados Unidos, ni América, ni americano. Los evitaron Thomas Jefferson, en su discurso de 1801, Ulysses S. Grant en 1873, Theodore Roosevelt en 1905 o Woodrow Wilson en 1913. Quienes más se han llenado la boca de semántica patriótica han sido dos mandatarios bien recientes: George W. Bush dijo cinco veces Estados Unidos, 20 América y diez americano o americanos. Bill Clinton casi le alcanza en sus intervenciones de 1993 y 1997.
Algunas palabras habituales en la agenda política apenas han tenido presencia en los discursos. Solo se ha mencionado terrorismo una vez, en el discurso de Reagan de 1981. Y gay solo ha aparecido en boca de Obama, en su segundo discurso, el de 2013. El presidente saliente es el único que ha mencionado la palabra Muslim (musulmán). La historia marca otras apariciones únicas, como la de Cuba, que solo aparece en el discurso de 1901, y Korea, que figura en el discurso de 1953, el año del fin de la guerra.
A pesar de la religiosidad habitual de los discursos (la palabra God se ha repetido 103 veces, sin contar con las menciones de los juramentos), hasta 1933 no comenzó la costumbre de asistir a misa antes de la investidura. La inauguró Franklin D. Roosevelt, el único presidente que acumuló cuatro mandatos.
Las alocuciones también dan cuenta de la evolución de los usos sociales. En el pasado era frecuente referirse a una persona negra como negro, un tabú hoy día, en que se prefiere black o el eufemismo African-American. Pero cinco veces dijo negro el republicano James Garfield en 1881 y hasta 13 el también republicano William Howard Taft, en 1909. (Con información de agencias).
Los derechos de inclusión, el gran tema de las elecciones del 2021: IEPC
Parlamento Juvenil 2019, espacio para el análisis y participación democrática
Candidato del PRI al Gobierno de Zacatecas y su esposa ocultan compra de residencias en Miami