El dengue puso de rodillas a un rincón de México
Agencias, Ciudad de México.- El turismo en La Paz, la población mexicana de Baja California, casi desapareció en 2014 por culpa de un mosquito. La noticia sobre los más de 4,000 casos de dengue que se registraron ese año en la zona ahuyentó a los visitantes, que llegaban seducidos por sus playas tranquilas. Así, el brote significó no sólo una emergencia sanitaria, sino también pérdidas en el sector turístico local que mueve anualmente alrededor de 1,600 millones de dólares.
Cuatro años después, antes de caer en el radar de la lista de destinos con crisis epidemiológicas, en La Paz activaron un plan piloto para detener el brote de dengue: neutralizaron los mosquitos con más mosquitos. Se trata de un programa científico que promueve la ONG World Mosquito Program, con el que inoculan la bacteria Wolbachia en los Aedes aegypti –el molesto insecto que transmite el virus– a través del apareamiento natural con otros mosquitos portadores.
¿Qué es la Wolbachia? “Es una bacteria que existe naturalmente, que se encuentra en las moscas de la fruta. La Wolbachia toma las células de colesterol que tienen los mosquitos, justo las que necesita el dengue. Como tiene que pelear por ella, así se neutraliza”, explica a Yahoo Finanzas Eduardo Quevedo, responsable de las relaciones de la ONG con los gobiernos de Latinoamérica y desarrollo de nuevos proyectos.
El método, creado en Australia, se ha practicado con éxito en Asia: “uno de los casos más importantes ha sido Indonesia, donde hemos comprobado 77% de reducción de la incidencia de dengue en la población y 89% de casos graves”, dice Quevedo. En la región, la ONG tiene más de 10 años trabajando en Colombia y Brasil.
La preocupación por el efecto del dengue en las finanzas de Baja California no es aislada. El virus causa anualmente un costo global de 8,900 millones de dólares, según un estudio que realizaron en 2016 investigadores norteamericanos, recuerda una publicación de Scientific American. La cifra incluye los costos por el diagnóstico y tratamiento de los afectados, así como el tiempo invertido en la convalecencia de los pacientes y la pérdida por la muerte prematura de niños y adultos.
América Latina vivió en 2019 su peor epidemia de dengue: más de 2,7 millones de casos se registraron en toda la región, según datos oficiales de la Organización Panamericana de la Salud (OPS). El número de contagios fue 13% superior a 2015, considerado hasta entonces como el año con mayor proliferación del virus en la historia.
#Wolbachia blocks the proliferation of harmful viruses but does not harm the #mosquitoes themselves.
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— Priyanka Sharma (@journo_priyanka) July 7, 2022
Brasil sufrió el mayor número de enfermos, seguido de México, Nicaragua, Colombia y Honduras. Una tendencia que se mantuvo en 2020, cuando el sistema médico debió lidiar con más de 1.5 millones de casos de dengue en medio de la crisis sanitaria global generada por el Coronavirus.
Pero el Aedes aegypti no solo es el responsable del dengue, también de la fiebre amarilla, el chikungunya y el zika. La ONG asegura que a través de su programa tecnológico forman una “barrera invisible” contra la propagación de todos estos virus. “A través de huevos infectados con la bacteria, liberamos una cantidad grande de mosquitos en el ambiente, para que se mezclen con la población salvaje y se producen dos fenómenos: huevos que no eclosionan y mosquitos que ya son portadores de la Wolbachia”.
Los resultados de la aplicación del programa en Baja California son preliminarmente exitosos, justo ahora están realizando el monitoreo para el cierre definitivo. Usualmente el proyecto –que siempre realizan en coordinación con autoridades estatales– abarca una estancia entre 18 y 24 meses, pero la pandemia de la Covid ralentizó las tareas.
“El hecho de que un área, por ejemplo, pueda venderse como una zona libre de dengue puede atraer mucho el turismo. En casos de Zika, por ejemplo, hay mucho temor en las turistas embarazadas por las malformaciones que puede sufrir el feto”, dice Quevedo. Colombia, explica, tiene mucho interés de llevar este programa a escala nacional. También ciudades de Honduras, El Salvador, Panamá, Perú y Ecuador han contactado con la ONG para presupuestar un acuerdo de cooperación.
Las comunidades, sin embargo, no pierden su rol. Parte del trabajo de la organización es concienciar a la población. Esa corresponsabilidad también es una sugerencia de la OPS, quien advierte en un informe que “se debe alertar a trabajar juntos dentro y alrededor de los hogares para eliminar el agua estancada, reducir y eliminar los desechos sólidos y garantizar la cobertura adecuada de todos los contenedores de almacenamiento de agua”.
Los estudios que se han hecho sobre el programa en Australia han confirmado que tiene una efectividad de, al menos, 10 años. Quevedo recuerda incluso que otras investigaciones secundarias realizadas por científicos en Londres apuntan hasta 80 años de control. Aunque es consciente de que masificar las zonas de trabajo puede ser clave, puesto que los mosquitos migran libremente de una zona a otra.
⚠️ Casos de #dengue superan los 1,6 millones en nuestra región 🌎, lo que pone de relieve la necesidad del control de mosquitos 🦟 durante la pandemia por COVID-19.
ℹ️ https://t.co/G3Ut2jQ10n pic.twitter.com/NnsLxjSPRb— OPS/OMS (@opsoms) June 24, 2020
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