MonitorSur, Los Ángeles.- Interpretar a “El Gordo” Oliver Hardy, el comediante de gran tamaño con una personalidad aún más grande, fue un peso que se convirtió en una misión para John C. Reilly.
El actor dudó que podría convertirse en el hombre cuya legendaria sociedad con Stan Laurel se explora en “Stan & Ollie” (“El Gordo y El Flaco”), que se este viernes en Estados Unidos.
“Era un prospecto bastante aterrador”, dijo Reilly a The Associated Press en una entrevista a principios de mes tras enterarse de que el papel le mereció una nominación al Globo de Oro. “Esos son unos zapatos muy grandes de llenar, sin dobles sentidos. No sabía que iba a funcionar tan bien. Fue realmente un acto de fe”.
Desde temprano en el proceso, Reilly desarrolló un profundo afecto por Hardy por medio de libros, cartas que el humorista le escribió a su esposa y las más de 100 apariciones en pantalla que tuvo con Laurel, interpretado en el filme por Steve Coogan.
Fue al descubrir lo abandonados que Hardy y su socio estaban hacia finales de sus vidas y sus carreras _ el periodo explorado en la película, que documenta una complicada gira por el Reino Unido a principios de la década de 1950, cuando ambos ya eran unos sesentones _ que Reilly no solo sintió una compulsión sino un deber por hacerlo.
“Simplemente al principio no sentí que lo merecía”, dijo Reilly. “Pero cuando aprendes sobre Laurel y Hardy, y cómo el mundo los olvidó al final de sus vidas, me di cuenta de que tenía que hacer esto por Oliver. Me decía todo el tiempo, ‘hazlo por Oliver’”.
Y asumió el papel de Hardy por completo, física y mentalmente, sometiéndose a horas de maquillaje los días de rodaje y aceptando todo el peso de su cuerpo.
“Me pusieron pesas en el traje de gordo para que pudiera sentir siempre el peso, para que no fuera simplemente un traje de gomaespuma liviano”, contó Reilly. “Y creo que comencé a lamentar esa decisión hacia el final porque era demasiado peso como para cargar todos los días”.
Otros aspectos de Hardy fueron más fáciles de emular.
“A Ollie realmente le encantaba pasar un buen rato y siempre andaba detrás del vino, las mujeres y la música. Puedo identificarme con eso”, dijo Reilly riendo. “Quiero decir, trabajo mucho también, pero me puedo identificar”.
Reilly, de 53 años, ha hecho una carrera interpretando a secuaces, desde su exitoso rol con Mark Wahlberg en “Boogie Nights” (“Juegos de placer”) de 1997 hasta varios papeles junto a Will Ferrell, más recientemente en la nueva “Holmes & Watson”.
Pero con Coogan tiene un papel igual de protagónico comparte la verdadera sociedad de los hombres que interpretan.
“Steve y yo no solo pudimos conocernos y tener una relación laboral a lo largo de todos los ensayos y el baile y el canto, sino que descubrimos a los tipos mismos”, dijo Reilly. “Eso es lo que hacíamos todo el día. Así que, después de un tiempo, comenzamos a sentirnos como ellos”.
“Nos esmeramos”, dijo Coogan a la AP en una función del filme en Nueva York a principios de mes. “Tuvimos un largo periodo de ensayos. Aprendimos las rutinas de baile. Aprendimos los sketches y también creamos algunos propios en el estilo de Laurel y Hardy”.
Mientras ambos encarnaban a sus personajes, entendieron su llamado a rescatarlos.
“Fue como una misión para traer de regreso el legado de Laurel y Hardy”, dijo Reilly. “El filme realmente es solo un letrero que apunta a su trabajo. Esperamos que esto lleve a la gente a redescubrir de nuevo a Laurel y Hardy. Todavía se sostienen. Todavía son chistosos”.
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