MonitorSur/Ciudad de México- Expertos descubrieron un sitio arqueológico en la ladera oeste del volcán Pico de Orizaba, donde se identificó una estructura cuadrangular que podría ser un adoratorio prehispánico con uso astronómico y ritual llamado tetzacualco, informó el INAH.
El sitio se denominó Poyauhtlan, que en náhuatl significa “Lugar donde se hacen ligeras las nubes”. Se trata de una estructura cuadrada con paredes de 35 metros de largo, en promedio, con un área general aproximada de mil 188 metros cuadrados.
Ahí, a 4 mil 230 metros sobre el nivel del mar, se hallaron cerámica decorada y lítica, así como restos de pizarra, navajillas y puntas de flecha de obsidiana gris de los periodos Clásico (200 – 700 d.C.) o Epiclásico (700 – 900 d.C.), dispersos sobre la superficie, indicó el INAH en un comunicado.
“La similitud arquitectónica y altitudinal que guarda con el lugar arqueológico ubicado en la cima del Monte Tláloc, lo vincula con los espacios de ofrenda para rituales propiciatorios de lluvia”, explicó.
El Instituto señaló que el sistema constructivo es a base de hiladas de piedras de basalto y tezontle, con tierra como aglutinante.
“Los muros miden aproximadamente entre 1 a 1.50 metros de ancho, y tienen una altura que va de 0.40 a 1 metro. La estructura está cubierta en parte con zacate y arena, lo que impide tener medidas exactas.
“La edificación presenta un par de salidas o aperturas. La primera, ubicada al poniente, mide aproximadamente 4.6 metros y da hacia lo que podría ser un camino con hileras de piedras al borde inclinadas hacia el noroeste. La segunda mide aproximadamente 2 metros, presenta un par de posibles escalones y se ubica en el flanco norte, al frente se localiza un monolito”, detalló.
En el costado este de la estructura, del lado de Puebla del volcán, se ubica una gran roca que forma parte del muro, contigua a grandes monolitos con restos de talla.
El hallazgo se logró después de que, en 2005, el arqueólogo y espeleólogo Ismael Arturo Montero García, miembro del Proyecto Eje Investigación, Estudio, Conservación y Restauración del Patrimonio Cultural y Ecológico en los Volcanes, identificara la estructura en una fotografía aérea de un paraje de la ladera oeste del Pico de Orizaba.
“El recinto cuadrado que se ve en la ortofoto del flanco poniente es muy parecido en dimensiones, orientación y cota altitudinal a los tetzacualcos de Monte Tláloc, Popocatépetl e Iztaccíhuatl, y Nahualac, donde la presencia de cerámica tolteca es determinante, pero hasta que no se realice un trabajo de excavación no se podrá precisar cuál es más antiguo”, comentó Montero García en el boletín.
En octubre pasado, los investigadores del INAH María de Lourdes López Camacho y Osvaldo Murillo, y los guías de montaña Rodolfo Hernández, Martín Moreno, Nadia Mota y Ariana Jiménez lo acompañaron en el ascenso a la ladera oeste del volcán en busca de lo observado en la ilustración satelital.
Dentro del cuadrángulo, los especialistas detectaron alineamientos y desniveles en el terreno, lo que podría indicar la presencia de un par de cuartos, además de una acumulación de piedras y una ligera elevación del terreno en la parte central, posiblemente, restos de una estructura.
Montero García concluyó que, de confirmarse la presencia de al menos un tetzacualco para el Pico de Orizaba, la personalidad teológica de la montaña alcanzaría mayor relevancia.
Con información de Reforma
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