Juan Balboa
Con la renuncia del diputado federal Héctor Serrano al Partido de la Revolución Democrática (PRD) no sólo desaparece la corriente interna del sol azteca llamada Vanguardia Progresista, con su salida entierra las aspiraciones de Miguel Mancera Espinosa, es jefe de Gobierno de lo que fue el Distrito Federal y eterno soñador de ser presidente de la República.
Su salida anuncia malos tiempos para el Partido de la Revolución Democrática, un partido, que para muchos conocedores de la vida política del país, es un partido que se encuentra en terapia intensiva a punto de la muerte.
Héctor Serrano fue el gran negociador
Todo se tejía a partir de la figura de Héctor Serrano Cortés, líder de la corriente Vanguardia Progresista y ex secretario de Movilidad del gobierno de capital del país. Junto con dos corrientes del Partido de la Revolución Democrática (PRD) con militancia mayoritaria en el Estado de México y la Ciudad de México, Serrano construyó un nuevo frente interno que tenía el control absoluto del partido (del Consejo y Comité Nacional) y de las fracciones parlamentarias en las cámaras de Diputados y Senadores.
Serrano coordinó las negociaciones con René Bejarano, líder de Izquierda Democrática Nacional (IDN), y Miguel Bautista, líder de Alternativa Democrática Nacional (ADN), para impulsar una candidatura de izquierda en las pasadas elecciones del Estado de México.
Serrano Cortés fue uno de los artífices de lograr consensos con AID y ADN para llevar al Comité Ejecutivo Nacional del Partido de la Revolución Democrática a Alejandra Barrales y restarle poder a la corriente Nueva Izquierda (NI), conocido como “Los Chuchos”, que desde 1994 operaron gran parte de la vida interna del partido, pero desde la llegada de Enrique Peña Nieto al poder se desdibujo, perdió identidad y poder en el partido fundado por Cuauhtémoc Cárdenas Solórzano y otros líderes de izquierda hace 27 años.
Las negociaciones entre Héctor Serrano, René Bejarano y Miguel Bautista para hacer realidad un nuevo frente en el sol azteca fue más allá: en sus pláticas suman corrientes minoritarias para coincidir en un candidato – dentro del PRD o externo- para los pasados comicios.
Algunos dirigentes consultados aseguraban que el PRD seguirá siendo un partido tribal, pero aceptaban que en las elecciones internas en donde se eligió Alejandra Barrales como dirigente nacional, se torció el destino del sol azteca a fuerzas de acuerdos con corrientes que se oponían a continuar las alianzas con el PAN y buscaban aliados dentro de los partidos llamados de izquierda incluido Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
Al interior del Partido de la Revolución Democrática cohabitan 17 corrientes o tribus, la mayoría de ellas pequeñas, con ideologías distintas y sin mucha presencia en los estados, pero sobreviven estructurando redes corporativas y votando en bloque con las corrientes dominantes.
Tejiendo fino
Vanguardia Progresista, Izquierda Democrática Nacional y Alternativa Democrática Nacional tienen una gran presencia dentro de la militancia del sol azteca en dos de los estados más poblados y con la mayoría de electores en México: Ciudad de México (7 millones 400 mil electores) y Estado de México (11 millones de electores), pero su presencia es mínima entre los militantes perredistas en otros estados del país.
Otras tribus del sol azteca con menor peso giraban alrededor del proyecto de organizar un frente: Foro Sol de Amalia García, ex gobernadora de Zacatecas y secretaria del Trabajo y Fomento al Empleo del gobierno de la Ciudad de México; Unidad Nacional de las Izquierdas, fundada por la propia Barrales; Los Galileos fundada por Guadalupe Acosta Naranjo y Fernando Belaunzarán, dos perredistas que trabajaron por años con “Los Chuchos”.
Estos han hecho contacto con Fuerza Democrática fundado por Víctor Hugo Lobo Román; Patria Digna, donde se encuentra Carlos Sotelo; Movimiento Democrático de Unidad Cardenista, de Leoney Godoy, principalmente.
Las corrientes internas del sol azteca hasta el 2016
Héctor Serrano
Vanguardia Progresista. Corriente del sol azteca vinculada con Miguel Mancera Espinosa. Lograron sumar a ex dirigentes de otras corrientes como la corriente como José Luis Muñoz Soria, y se articulaban coyunturalmente con Roberto López Suárez, Carlos Hernández Mirón, Leticia Quezada Contreras, Alejandro Fernández Ramírez.
René Bejarano/Dolores Padierna
Izquierda Democrática Nacional (IDN) fue liderada por René Bejarano, y su esposa, la senadora Dolores Padierna. Ahí destaca como Agustín Guerrero. “Los Bejaranos”, como se les conoce dentro del PRD, se conocieron apoyando a los damnificados del sismo de 1985, después formaron parte del Frente Democrático Nacional, los inicios de la fundación del PRD.
Jesús Ortega/ Jesús Zambrano
Nueva Izquierda, corriente que era liderada por Jesús Ortega y el diputado Jesús Zambrano Grijalva. Conocidos coloquialmente como “Los Chuchos”, operaron desde 1994 gran parte de la vida interna del partido. Su grupo entró, desde 2017, en un proceso de degradación, que los llevo a ruina política.
Héctor Bautista
Es líder de la corriente Alternativa Democrática Nacional (ADN). Fue uno de los principales aliados de Nueva Izquierda (NI), “Los Chuchos”. Su fuerza dentro del sol azteca se encuentra en el Estado de México, pero tenía el 20 por ciento de los Consejeros Nacionales del PRD.
Guadalupe Acosta Naranjo/ Fernando Belaunzarán
Fueron la cabezas visibles de la corriente conocida como “Galileos”. Dos de los principales operadores de Nueva Izquierda (NI), “Los Chuchos”. Guadalupe Acosta Naranjo fue obligada a dejar el segundo puesto en importancia de la fracción parlamentaria del PRD en la Cámara de Diputados.
Miguel Barbosa
Creo al Frente de Izquierdas Progresistas después de su enfrentamiento con Nueva Izquierda (NI), “Los Chuchos”. No tenía peso dentro del PRD. Tiene su propia agenda dentro del Senado de la República.
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