Agencias / MonitorSur / TOKIO .- Cuando el clavadista Tom Daley anunció en el 2013 que estaba saliendo con un hombre y dijo que “no podía ser más feliz”, su gesto requirió mucho valor y reveló hasta qué punto el deporte no era un sitio seguro para la comunidad LGBTQ.
Por entonces, bastaban los dedos de unas pocas manos para contar los deportistas dispuestos a hablar de sus vidas privadas. Hubo apenas dos docenas de competidores abiertamente gays entre los más de 10.000 deportistas que participaron en los Juegos Olímpicos de Londres en el 2012.
Las cosas están cambiando.
Las manifestaciones de orgullo gay y la aceptación de esa comunidad están en todas partes en los juegos de Tokio, donde hay una cantidad sin precedentes de deportistas abiertamente gays.
“Es hora de que todos puedan ser lo que son”, comentó la skateboarder estadounidense Alexis Sabalone, una de al menos cinco competidores abiertamente LGBTQ que participan en esa especialidad, que debuta en los juegos en Tokio.
“Es muy lindo”, agregó. “Espero que también afuera del deporte los chicos no sean criados con la presunción de que son heterosexuales”.
El portal gay Outsports.com lleva la cuenta de los deportistas gay, lesbianas, bisexuales, transgénero, queer y no binarios que vinieron a Tokio. Calcula que hay 168, incluidos varios que pidieron estar en esa lista. Esto es el triple de los que Outsports contó en los Juegos de Río de Janeiro en el 2016. En Londres detectó 23.
“El gran aumento responde a la creciente aceptación de los LGBTQ en el deporte y en la sociedad”, dijo Outsports.
Daley también promueve ese mensaje en Tokio, sus cuartos juegos olímpicos y los segundos desde que reveló que era gay.
Tras ganar la medalla de oro en los clavados sincronizados de 10 metros con Matty Lee, el británico, de 27 años, relató su transformación de jovencito que se sentía “solo y diferente” en un campeón olímpico que no siente presiones porque sabe que su esposo y el hijo de ambos lo quieren sin importar sus resultados.
“Espero que todos los chicos LGBT sepan que, no importa lo solos que se sientan, no están solos”, dijo Daley. “Pueden lograrlo todo, tienen una gran familia”.
“Me siento muy orgulloso de decir que soy un hombre gay y un campeón olímpico”, manifestó, agregando que de joven “pensé que nunca sería nada por lo que soy”.
De todos modos, todavía queda mucho camino por recorrer.
Entre los más de 11.000 deportistas que vinieron a Tokio seguramente hay muchos que no se animan a dar la cara y a ser quienes son.
El finlandés Ari-Pekka Liukkonen, por ejemplo, es uno de los pocos nadadores abiertamente gay.
“Por alguna razón, es más duro ser abiertamente gay en la natación”, expresó. “Es feo cuando tienes que esconder quién eres”.
La sensación de que queda mucho por hacer es lo que impulsó a la canadiense Elissa Alarie, jugadora de rugby, a contactar a Outsports para que la incluyan en la lista de deportistas LGBTQ. También dio los nombres de otras tres jugadoras LGBTQ de Canadá, que previamente la habían autorizado a hacerlo.
“Es importante estar en esa lista porque todavía queda mucho por hacer y hay deportes en los que nadie ha revelado ser gay”, dijo Alarie.
Acotó que, de niña, en Quebec, no tenía gente como ella a quienes admirar “y pensé que algo no funcionaba conmigo”.
“Incluso hoy, es ilegal ser lo que somos en muchos países”, señaló. “Por eso necesitamos alzar nuestra voz y ser escuchadas”.
Cuando el clavadista olímpico Tom Daley anunció en el 2013 que tenía una relación romántica con un hombre y no podía sentirse “más feliz”, su anuncio fue un acto de valor que, con su rareza, expuso cómo los niveles más elevados del deporte no eran considerados un sitio seguro por la mayoría de los deportistas LGBTQ.
Entonces, el número de deportistas olímpicos gay que sentían que podían y estaban dispuestos a hablar abiertamente de sus vidas privadas podía contarse con unas pocas manos. Había habido apenas una veintena de deportistas olímpicos gay entre los más de 10.000 que compitieron en los Juegos de Londres del 2012, un reflejo de lo poco representativos que eran los deportes de alto nivel apenas hace una década y, hasta cierto punto, todavía lo son.
No obstante, el panorama está cambiando en Tokio.
Una ola de orgullo, apertura y aceptación está barriendo por las piscinas, parques de patinetas, terrenos y arenas en Tokio, con un número récord de competidores abiertamente gay. Mientras que la invisibilidad LGBTQ solían hacer los deportes olímpicos desfasados con los tiempos, Tokio está resultando un punto de inflexión — que finalmente están reflejando mejor la diversidad humana.
“Era hora de que todo el mundo pudiese ser quien es y ser celebrado por ello”, dijo la competidora estadounidense de skateboarding Alexis Sablone, una de al menos cinco deportistas abiertamente LGBTQ en su deporte, que tiene su debut olímpico en Tokio-
“Esperamos que eso signifique que incluso fuera del mundo de los deportes los niños son criados no solamente con la presunción de que son heterosexuales”.
El portal gay Outsports.com ha estado tabulando el número de deportistas abiertamente LGBTQ en Tokio. Tras varios conteos, el total es ahora 168, incluyendo algunos que pidieron ser incluidos en la lista. Eso es tres veces el número contado por Outsports en los Juegos de Rio en el 2016. En Londres contó apenas 23.
“EL enorme incremento en el número de deportistas abiertamente (LGBTQ) refleja la creciente aceptación en el deporte y la sociedad”, dice Outsports.
Con información de la agencia ‘The Associated Press’.
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