éxico busca corregir para 2026 tras fiasco en Qatar 2022
Agencias, Ciudad de México.- Después de completar su peor campaña en una Copa Mundial en más de 40 años, México se restañaba las heridas.
El naufragio del Tri en Qatar cortó una racha de siete clasificaciones consecutivas a la segunda fase.
Tardaron 317 minutos en marcar gol en el Medio Oriente y 431 contando los encuentros que cerraron su participación Rusia 2018, y por diferencia de goles se quedaron fuera de los octavos de final que habían sido su techo histórico en Copas del Mundo fuera de casa.
“El equipo se entregó, metió y creamos oportunidades y pudimos hacer más goles, pero no estuvimos finos, es una lástima porque el equipo sudó”, dijo el portero Guillermo Ochoa, quien disputó su quinto Mundial.
La primera eliminación mexicana en fases de grupo desde Argentina 1978 abre el espacio para un análisis del proceso mundialista mexicano.
¿QUÉ FUE LO QUE FALLÓ?
México careció de goles en gran medida porque Martino insistió a rajatabla con un esquema 4-3-3 que no tenía los volantes interiores en óptimas condiciones para generar peligro. Andrés Guardado y Héctor Herrera, las dos piezas fundamentales en esa formación, ya no tienen la profundidad de llegada de otros años.
La dinámica de México mejoró con el ingreso de Luis Chávez. No es coincidencia que el jugador de Pachuca jugó todos los minutos posibles en Qatar.
En partidos oficiales, Martino recurrió a un bloque de cinco zagueros sólo en dos ocasiones. Ante Canadá en las eliminatorias y en la derrota 2-0 ante Argentina en Qatar para tratar de defenderse y contragolpear. El 4-2-1-2 que usó ante los árabes fue inédito y fue cuando el equipo mejor se vio en ataque.
“Los que jugamos somos nosotros y en el segundo partido no entendimos mucho lo que (Martino) quiso plantear”, dijo Chávez. “Nos defendimos bien, pero no generamos peligro y así no se pueden hacer goles y terminamos perdiendo el partido”.
El mismo Martino aceptó en rueda de prensa que ese partido ante los argentinos lo planteó mal y que después de aguantar el cero en el primer tiempo debió regresar a su esquema habitual para buscar atacar más.
¿QUÉ HAY QUE CORREGIR?
En el Mundial de Qatar quedó evidenciado que en México faltan jugadores que resuelvan partidos. Escasean los centro-delanteros y volantes creativos. El trasfondo de eso probablemente tiene que ver con el torneo local, donde esos puestos generalmente los ocupan jugadores foráneos o no nacidos en el país.
Martino habló de ese problema a lo largo de sus cuatro años, pero nada cambió. Luego de la eliminación, el entrenador argentino no quiso dar detalles sobre los males del fútbol mexicano. Dijo que entregará un informe a los dirigentes de la Federación Mexicana, y que ellos sabrán si lo dan a conocer.
“Lo que he visto lo he hablado con el presidente (de la federación Yon de Luisa) y ha sido motivo de muchas reuniones, no por el futuro cercano (del Tri) sino del lejano”, dijo Martino. “Lo prudente es que el reporte lo tengan quienes son los encargados de modificar algo del futuro del fútbol mexicano. Exponerlo hacia fuera sería acrecentar un debate que no sé si revestirá algo”.
Además de la abundancia de extranjeros, Martino ha dicho que es necesario que más jugadores mexicanos vayan a Europa. De la plantilla actual, sólo nueve juegan en ese continente. En Rusia 2018, México acudió con 12.
¿QUÉ SIGUE?
Primero que nada, México debe buscar nuevo técnico de cara al Mundial de 2026, al que se clasificó automáticamente por su condición de anfitrión junto con Canadá y Estados Unidos.
Martino confirmó que su contrato con la selección concluyó con el silbatazo final ante Arabia Saudí y que por el pobre resultado difícilmente cree que lo consideren para seguir al frente.
“No creo que la decisión de traer a Martino haya sido mala, si ves su currículum es bueno”, dijo a The Associated Press Miguel Herrera, técnico del Tri en Brasil 2014 y analista de la cadena estadounidense Telemundo. “La idea era que viniera a mostrar otras cosas y que diera el golpe de calidad que no se dio, pero no fue mala apuesta en realidad”.
¿Candidatos? El “Piojo” Herrera y Jaime Lozano son los mexicanos que más suenan. Lozano estuvo al frente del equipo Sub23 que se llevó el bronce en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.
También se barajarían nombres de extranjeros. El uruguayo Guillermo Almada ha cobrado fuerza tras sacar campeón a Pachuca en el último torneo Apertura. Y el argentino Mauricio Pochettino, de reciente paso con el Paris Saint-Germain, ha entrado en la discusión.
Después de quedar fuera en Rusia 2018, los dirigentes apostaron por la continuidad del colombiano Juan Carlos Osorio, quien declinó la oferta.
De Luisa no ha dado declaraciones después de la derrota para conocer los planes.
“No por un resultado se debe juzgar si estamos avanzando o no, hay cosas buenas que se están haciendo, es un error cada cuatro años que se acaba un proceso y empiezas otro de cero”, dijo Ochoa. “Eso es un error y por experiencia no lo debemos hacer”.
Ya no hay mañana para los guardianes de viejos tiempos. Moreno, último estandarte de la generación de oro que nació en Perú 2005 con el campeonato del Mundo sub-17, había mostrado su versión más declinante desde hace tres años. No hubo intención de relevarlo y Johan Vásquez, quien más se aproximó a hacerlo, se quedó corto con sus suplencias en la Serie A italiana. Herrera ya no estaba para jugar en el Mundial, pero eso sólo se hizo evidente para Martino hasta el último partido, cuando Orbelín Pineda hizo todo lo que él no pudo en los dos primero partidos. Guardado mantenía un buen nivel parcial, pues su físico ya no le permitía jugar partidos completos.
LO BUENO
Dentro del golpazo que representa quedar fuera en un Mundial en primera fase luego de avanzar siete veces consecutivas a la segunda, el proceso de Martino cumplió parcialmente con el recambio generacional que era urgente.
Aunque en Qatar los mexicanos tuvieron a dos jugadores disputando una quinta Copa del Mundo por primera vez — Ochoa y Guardado — y tuvieron al jugador más veterano del torneo en Alfredo Talavera, 16 de los 26 citados jugaron un Mundial por primera vez.
Jugadores como Jorge Sánchez, César Montes, Kevin Álvarez, Carlos Rodríguez y Chávez pudieron disputar sus primeros minutos y seguramente serán fichas esenciales para 2026.
“Hay jóvenes que dieron un paso al frente, ahora hay que guiarlos, especialmente porque no habrá eliminatoria y sólo con la Copa de Oro no va a bastar”, dijo Ochoa. “Yo hablé con ellos, les dije que no cualquiera puede vivir una Copa del Mundo y que somos afortunados por estar acá”.
Esta generación es el punto de unión entre los últimos 17 años y la actualidad. Ahí estuvo Ochoa en el Preolímpico de Carson; Guardado perdió la Copa Oro 2007 con Estados Unidos y, tras asombrar en Alemania 2006, compartió vestidor con Moreno en Sudáfrica 2010 para vivir otra amargura. Herrera ganó el oro en Londres 2012, esa generación que tanto ilusionó a México: salir de la medianía era posible. Y nada cambió. Juntos, Ochoa, Moreno, Guardado y Herrera estuvieron en el 7-0 de Chile en 2016. Y en 2013 comprometieron el boleto al Mundial como nunca se había visto.
Durante muchos años, en descargo de ellos, se podía decir que habían llegado al mismo lugar que todos. Pero eso se terminó en Qatar 2022. México cayó en Fase de Grupos, lo nunca visto desde 1978, y todos sus pilares cerraron así un círculo de decepciones mayúsculas. Y no sólo ellos, también los que ya no están pero nada hubieran cambiado: Javier Hernández, Carlos Vela y Giovani dos Santos.
Es momento de que Edson Álvarez, César Montes, Luis Chávez, Hirving Lozano, Alexis Vega, Orbelín Pineda y compañía tomen en sus hombros la obligación de comandar a la selección mexicana. No hay de otra. La generación de oro no da para más y es mejor cerrar el ciclo de una vez. La medalla olímpica de oro y el Mundial infantil de Perú ahí quedarán por siempre, como momentos emotivos, pero su utilidad, 17 años después del primer hito, es nula.
Mención aparte merece Raúl Jiménez, y no por los mejores motivos. En ninguno de sus tres Mundiales jugados ha sido un referente para el Tri. En todos fue suplente y no marcó ningún gol. Formó parte de la generación de oro de Londres 2012, pero ni siquiera en su momento más dulce en Inglaterra pudo marcar diferencia con el Tri. Lo mismo aplica para Jesús Corona. Quizá por edad no entran en el paquete de jugadores que dirán adiós, pero es un hecho que tampoco cuentan con la jerarquía (de verdad) para liderar a la selección.
Y en el caso de Raúl, el nuevo director técnico tendrá que estar muy pendiente de su nivel futbolístico para definir si lo de este torneo fue un mal momento o ya se trata de la norma en un Raúl que el futbol maldijo con aquel choque de cabezas fatídico. México tiene lo que tiene. No hay luces ni g
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