Un programa experimental sin precedentes que alimentaba a los manatíes hambrientos en Florida llega a su fin, pero el problema mayor es el agua contaminada que hace que los mamíferos marinos se queden sin su forraje natural de hierbas marinas.
Funcionarios de vida silvestre dijeron que se usaron más de 91,600 kilogramos (202,000 libras) de lechuga para alimentar a los manatíes en un canal de la empresa de electricidad Florida Power & Light en la costa este de Florida, donde los animales se reúnen en los meses fríos debido a la descarga de agua tibia. La mayor parte del costo se pagó con donaciones de todo el mundo.
Con la llegada del verano, ese esfuerzo está llegando a su fin, pero probablemente se reanudará el próximo invierno. Muchos manatíes todavía están estresados por la desnutrición crónica, que no desaparecerá solo por el tiempo más cálido.
Sin embargo, durante una conferencia de prensa en línea, los funcionarios dijeron que el programa de alimentación —nuevamente, nunca hecho con animales silvestres como los manatíes— fue un éxito en general.
“Al comenzar con esto no teníamos idea de cómo funcionaría y si acaso funcionaría”, admitió Ron Mezich, uno de los principales funcionarios de la Comisión de Conservación de Vida Silvestre y Pesca de Florida que participan en el proyecto. “Todavía no hemos hablado sobre el próximo invierno”.
El invierno pasado, un récord de 1,100 manatíes murieron en gran parte por inanición debido a que la contaminación del agua —causada por la agricultura, las fosas sépticas, las aguas negras urbanas y otras fuentes— hizo disminuir su principal fuente de alimento durante el invierno a lo largo de la costa este de Florida, especialmente la laguna Indian River, que se extiende desde Cabo Cañaveral hacia el sur.
Según el Instituto de Investigación de Pesca y Vida Silvestre de Florida, gran parte de las muertes ocurrieron durante los meses más fríos, cuando los manatíes emigraron a Indian River Lagoon, donde la mayoría del pasto había muerto.
A medida que las temperaturas fueron subiendo y los animales se dispersaron a lo largo de la costa atlántica, los choques con barcos se convirtieron en la principal causa de muerte durante el mes pasado, según muestran los datos oficiales.
Al menos 63 manatíes han sido atropelladospor embarcaciones en lo que va del año.
Estos accidentes “siguen considerándose preocupantes para la población (de manatíes)”, dijo el instituto.
El gobierno federal cambió el estatus del manatí de “en peligro” a “amenazado” en 2017, pero los conservacionistas dicen que la especie vuelve a necesitar más protección.
Este mamífero grande y de movimientos lentos se ha convertido en una mascota no oficial en Florida. Cerca de 6,300 manatíes viven actualmente en aguas del estado, según el gobierno.
En los últimos meses, biólogos marinos y así como congresistas de Florida han prestado más atención a la muerte de manatíes.
En marzo, la Comisión de Conservación de Pesca y Vida Silvestre del estado declaró la situación un “evento de mortalidad inusual”, lo que permite al gobierno federal investigar la causa de las muertes.
El mes pasado, una coalición de grupos ambientalistas y empresas locales instó al gobernador Ron DeSantis a declarar el estado de emergencia para abordar la crisis de los manatíes.
Pero los funcionarios estatales de medio ambiente dijeron que tal orden era innecesaria porque ya tenían los recursos necesarios.
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