Agencias / MonitorSur, XALAPA, Veracruz .- Un nuevo estudio, que es la investigación genética más amplia jamás realizada sobre los vikingos, ha derribado el mito de que los invasores nórdicos eran todos rubios, según se representa en la cultura popular, y ha arrojado luz sobre los contactos de estos navegadores y hábiles guerreros dentro de Escandinavia y más allá.
Un grupo de investigadores de la Universidad de Copenhague (Dinamarca) ha detectado que la identidad de los vikingos no se limitaba a la ascendencia escandinava. Incluso, para un período previo a la época vikinga se detectó el influjo de genes del sur de Europa y Asia a esa región.
Además, el genoma de los vikingos tiene muchas influencias de las zonas del mundo adonde viajaban para robar, conquistar o comercializar.
“Los vikingos tenían mucho más genes del sur y el este de Europa de lo que se esperaba. Con frecuencia tenían hijos con gente de otras partes del mundo. De hecho, tendían a tener pelo oscuro más que rubio, que ha sido considerado como un rasgo vikingo establecido”, comentó el profesor Eske Willerslev, uno de los autores del estudio, publicado en Nature.
Su equipo escrutó los fragmentos óseos de 442 individuos que vivían a lo largo de Europa entre 2400 a. C. y 1600 d. C., en su mayoría de la época vikinga, que encaja entre 800 y 1050 d. C.
Los datos obtenidos fueron analizados junto con los ya publicados de 3.855 individuos de hoy en día y más de 1.000 individuos antiguos de tiempos no vikingos.
Se determinó que los vikingos, que residían principalmente en zonas costeras, no se mezclaban con la población campesina continental escandinava. “Genéticamente, eran completamente diferentes de las sociedades granjeras que habitaban en el interior. Los habitantes continentales tenían mucho menos en común con los vikingos que los campesinos que vivían en Europa miles años antes”, señala el coautor, Ashot Margaryan.
Los propios vikingos no fueron una población uniforme, y los investigadores distinguen tres grupos, que no se mezclaban mucho entre sí. Corresponden aproximadamente al mapa actual de Escandinavia.
Los resultados del estudio confirmaron que “los vikingos daneses fueron a Inglaterra, mientras que los vikingos suecos fueron al Báltico y los noruegos a Irlanda, Islandia y Groenlandia. Sin embargo, los vikingos de estas tres ‘naciones’ solo muy raramente se mezclaron genéticamente. Tal vez eran enemigos o quizás hay alguna otra explicación válida. Simplemente no lo sabemos”, señaló Margaryan.
La investigación también halló que las tumbas vikingas no siempre contenían restos genéticamente vikingos, aunque presentaban espadas, decoraciones o utensilios vikingos. Dos esqueletos enterrados como vikingos en las Orcadas (Escocia) resultaron pertenecer genéticamente a los pictos, que eran tribus célticas que habitaron el norte y el este de Escocia hasta el siglo X.
“Es el ejemplo de cómo la cultura vikinga fue adoptada en ciertos lugares”, explicó Willerslev.
Con información de la agencia ‘RT’.
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