(((Monitor Sur))) Jueves 20- septiembre-2018
PAREDÓN.- Las secuelas del terremoto de 8.2 del 7 de septiembre del 2017 no han pasado.
“Fue por el susto que llevamos, y todavía no se nos quita”
Además de los daños económicos y sociales, están los efectos psicológicos y físicos que padecen muchos habitantes, sobre todo personas de la tercera edad.
Doña Lidia y don Pánfilo, esposos, es uno de tantos casos. Doña Lidia padece hipertensión alta y diabetes: Fue despuesito del temblor, dice. Su esposo, don Pánfilo, convalece de un infarto que sufrió también después del sismo.
“Fue por el susto que llevamos, y todavía no se nos quita”, señalan.
Es el caso de muchas personas de la tercera edad que tienen los ojos rojos por la presión arterial elevada que sufren constantemente, y que se agudiza con las altas temperaturas que aquí se resiente.
Además de la pobreza extrema que se agudizó, piden los habitantes de Paredón que la Secretaría de Salud mande brigadas de fumigación para abatir la epidemia de dengue que afecta a prácticamente todas las familias de este rincón de la Costa de Chiapas, en el municipio de Tonalá.
“A veces pescado, a veces frijoles, pero siempre comemos. Dios no nos abandona nunca”, dicen, con sus ojos tristes.
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