Agencias, Ciudad de México.- Escribo esto mientras cambio los pañales de mi hija, le doy de comer y la pongo a dormir, en medio de ataques de ansiedad y desesperación. Nuestra guardería cerró por un brote de COVID-19, de modo que mi esposo y yo debemos ocuparnos de ella al tiempo que intentamos trabajar en nuestras computadoras.
Si hay algo que no quiero hacer es pensar en mis finanzas.
Estoy segura de que no estoy sola. El dinero es uno de los principales causantes de estrés en la gente y ¿quién necesita más estrés en estos momentos? Después de casi un año de pandemia, usted también probablemente tenga momentos de desesperación, soledad, dolor, agotamiento y, desde ya, miedo.
“El estrés se ve agravado por el hecho de que corres peligro de morir”, dice Brad Klontz, planificador familiar certificado, psicólogo y autor del libro “Money Mammoth.” “La gente se ve afectada por una cantidad de desencadenantes de estrés”.
Como ocurre en estos casos, una tiende a evitar estas cosas que generan tensiones. Pero ignorar el tema de las finanzas puede ser peor. Si usted es una de las tantas personas que enfrentan dificultades financieras, no puede darse el lujo de seguir mirando hacia otro lado.
HABLE CON ALGUIEN
Un recordatorio de Klontz ahora que estamos todos deprimidos: “Tal vez se sienta solo, pero no lo está. Lo más probable es que sus amigos se sientan igual que usted”.
Busque algún amigo o familiar de confianza y hable del tema. Tal vez no encuentren soluciones, pero se sentirá mucho mejor después de descargarse y de encontrar cierta solidaridad. Su amigo, por otro lado, probablemente se sienta mejor al ver que usted está dispuesto a hablar de sus problemas financieros. Ellos también pueden estar en la misma situación.
Para no correr peligro de contagio, comuníquense por teléfono o con una video llamada, o salgan a caminar, bien abrigados si es invierno. Pero conversen. “En un período de estrés, lo peor que puede hacer es aislarse de los demás”, afirma Klontz. “Eso garantiza una depresión”.
IDENTIFIQUE EL PROBLEMA, RESUÉLVALO DESPUÉS
Para resolver los problemas, primero hay que enfrentarlos. Pero no hace falta hacerlo de inmediato. Ese es un buen consejo para las personas obsesivas. Mejor que evitar lidiar con el tema. “Hay dos formas posibles de hacer frente a situaciones económicas extremas”, dice la planificadora financiera certificada Pamela Capaland. “Identifican el problema y ven qué se hace, o lo ignoran completamente y cruzan los dedos para que se resuelva solo”.
Decida lo que decida, trate de preparar una lista de las cosas que debe solucionar. “Estar consciente de las cosas que hay que resolver ayuda a evitar una crisis”, asegura Capaland, quien es fundadora de la empresa de planificación financiera Brunch & Budget.
FIJE UN DÍA PARA ABORDAR LOS ASUNTOS FINANCIEROS
Después de “identificar el problema y dejarlo para más adelante”, Capaland recomienda programar un “día para hablar del dinero”. Fije una fecha y una hora para sentarse a pensar en estas cosas. Elija una sala donde no trabaja habitualmente, de ser posible. No hace falta que pase mucho tiempo pensando en esto. Basta con que lo haga 20 minutos para evitar caer presa de la ansiedad.
Prepárese bien y fíjese objetivos. No trate de resolver todos sus problemas a la vez.
“Analice esos temas que lo agobian”, dice Capalad. Tal vez decida cómo reducir el balance de las tarjetas de crédito. O prepare una lista de todas las cuentas pendientes, con las fechas de pago, y planifica los pagos, o sopesa cómo ponerse al día si está atrasado. Tal vez se dé cuenta de que tiene que reducir sus gastos.
Revise sus estados de cuentas bancaria y de tarjetas para ver cuánto gasta y si su sueldo puede absorber esos gastos.
Después de pasar 20 minutos analizando el estado de sus finanzas puede sentirse mucho mejor y ser menos proclive a evitar lidiar con el tema.
NO SEA DEMASIADO DURO CON USTED MISMO
Si no le gusta lo que encuentra al abordar las finanzas, no se sienta mal. Después de todo, enfrentó algo que no quería ver, en momentos muy duros.
“Tenemos que ser más comprensivos con nosotros mismos”, dice Capalad, agregando que no se puede medir todo con la misma vara que usábamos antes de la pandemia. Del mismo modo que no hay que atormentarse porque no está en buena forma física y no es tan feliz ni tan productivo durante la pandemia, perdónese por no tener las finanzas en orden.
Tal vez tenga que apelar a los ahorros o pedirle a su banco ayuda con las tarjetas de crédito porque no puede cubrir los pagos. Si, no es nada lindo hacerlo. Pero encontrará formas de salir adelante, asegura Capalad. “Es posible que haya tocado fondo, y todo se puede solucionar”.
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