Agencias / MonitorSur / LOS ÁNGELES .- El poco salario que Julio Marroquín ganó en 2020 lo ha desanimado a presentar su declaración de impuestos en California porque cree que “no le van a regresar nada”, un error que miles de indocumentados están cometiendo al dejar de cobrar cientos de dólares en las ayudas establecidas por la pandemia.
“Apenas gané 8.000 dólares en todo el año pasado”, cuenta a Efe Marroquín, que trabajaba en la cocina de un restaurante en Los Ángeles que redujo drásticamente sus operaciones por la emergencia sanitaria.
Concentrado en recuperar las horas de trabajo que perdió en el 2020, Marroquín confiesa que este año no pensaba presentar sus impuestos.
“Para qué, no me van a dar nada, y tengo que pagar al que me hace los impuestos, en estos momentos no hay dinero para eso”, explica el inmigrante de origen guatemalteco.
EL DINERO SOBRE LA MESA
Lo que Marroquín no sabía es que el hecho de haber recibido poco dinero en salarios el año pasado lo haría acreedor a varios cientos de dólares en programas de créditos fiscales en California como el del Golden State Stimulus (GSS) o el CalEITC.
El inmigrante no es el único que tiene derecho a estos recursos y no los está cobrando. Todavía hay un millón de familias trabajadoras que son elegibles para estos créditos fiscales en el Estado Dorado, pero aún no han presentado la solicitud, según datos estatales.
En este sentido, Max Moy-Borgen, gerente de Programa de Ingresos de la United Ways of California, explica a Efe que se estima que entre ese millón de familias que califican para recibir estos créditos fiscales, ha un “gran número de indocumentados”.
Con la fecha límite para presentar los impuestos tan cerca como el 17 de mayo, organizaciones como United Ways of California y gobiernos locales y el estatal han lanzado un llamado para que estas familias no dejen cientos de dólares “sobre la mesa”.
“No importa que la cifra que trabajó en el 2020 sea muy baja, a partir de un dólar ganado en un trabajo se puede presentar una declaración de impuestos”, recalca Moy-Borgen.
TODO SUMA
Entre los miles de dólares que el estado está esperando enviar está el estímulo de GSS de 600 dólares, para los que también califican los indocumentados que declaran impuestos con un número ITIN e ingresos inferiores a 75.000 dólares .
Pero si el indocumentado gana menos de 30.000 dólares el estímulo de único pago puede ser de 1.200 dólares, ahonda Moy-Borgen.
Las personas elegibles para este estímulo pierden el dinero si no presentan su declaración de renta antes del 15 de octubre del 2021.
A los fondos del GSS se suman el crédito CalEITC para personas de bajos recursos. El pago mínimo para una persona soltera podría ser de 200 dólares, pero si se tienen niños la suma puede sobrepasar los 3.000 dólares, explica Moy-Borgen.
Además existe otro crédito para padres de niños menores de 6 años que ganen menos de 25.000 dólares, y que les puede suponer un ayuda de hasta 1.000 dólares.
“Todo suma, y realmente fue una gran ayuda para podernos recuperar, y pagar todas las deudas que nos dejó la pandemia”, valora Vanessa Hernández, quién ya hizo sus impuestos con un número ITIN, y recibió el estímulo y los créditos.
UNA CARTA DE PRESENTACIÓN
Hernández, de origen mexicano, cuenta a Efe que al igual que su compañero de vida, perdió su trabajo en medio de la pandemia, y lo único que le permitió llevar a casa dinero fue limpiar dos días a la semana un edificio en Los Ángeles.
Sin poder recuperar su trabajo por completo, la inmigrante, madre de tres, dice que el dinero que la familia recibió por parte del estado “significó una gran ayuda”.
Añade que presentar los impuestos significa “una carta blanca” para que en Estados Unidos se evidencie el esfuerzo que han hecho en la emergencia sanitaria los indocumentados.
MIEDO A LA CARGA PÚBLICA
La mexicana, que colabora como voluntaria en United Ways of California, asegura que ha escuchado que muchos inmigrantes tienen miedo de reclamar los créditos y el estímulo estatal.
“Aún le tienen miedo a las políticas de Trump, y a eso de ser una carga pública”, relata Hernández.
Moy-Borgen coincide con Hernández en que uno de las razones por las que los inmigrantes no han querido reclamar estos dineros es el miedo a “que su información sea compartida con las autoridades de inmigración”.
El experto insiste que el Servicio de Rentas Internas (IRS) no comparte información con ninguna agencia de inmigración.
“Toda la información es privada. Por favor no dejen pasar esta oportunidad de recibir estos fondos”, insiste Moy-Borgen.
United Ways of California prepara de forma gratuita los impuestos a personas de bajos recursos en español y está urgiendo a las personas que no han declarado sus impuestos a buscar asesoría.
Y Marroquín, padre de una niña de 2 años, reconoce que la desinformación y el temor a ser criticado le pudiera afectar su bolsillo.
“No ha sido fácil y uno ya está acostumbrado que como indocumentado está solo”, concluyó.
Con información de la agencia ‘EFE’.
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