La idea central de historias de estudiantes es generar un espacio divertido donde se compartan ideas o experiencias entre los compañeros más allá de la mirada protectora de los padres, en el caso de los niños, aunque en el caso de los adolescentes quizás podría exacerbar la cultura propia, de esa edad, en relación a la envidia o escenas sociales excluyentes.
Jane Manchun Wong, tipster de TechCrunch, descubrió el código en etapa de prueba.
Instagram is working on school story. pic.twitter.com/wJc5oSJtyM
— Jane Manchun Wong (@wongmjane) November 5, 2018
El equipo de TechCrunch solicitó algún comentario oficial a Instagram sobre el tema pero declinó hablar respecto al código. Por lo general, cuando Instagram confirma la detección de ciertas características internas o externas implica el pronto lanzamiento como fueron los casos de las videollamadas y las etiquetas de identificación. En este caso, al no haber confirmación se supone que no será público por varios meses o más tiempo.
También es posible que con el tiempo deseche la función, por el tema de asumir riesgos a futuro sobre problemas de acoso e invertir en algún mecanismo de moderación. En ocasiones, la intimidación suele ser muy sutil. Ejemplos de ella pueden ser la exclusión de ciertos niños a reuniones; bromas internas con efectos negativos que recaen en algunos alumnos, o sencillamente idealizar una vida fascinante inexistente con la realidad cotidiana.
Por otro lado, otro de los hallazgos de Wong, Instagram está creando un prototipo de URL para historias. Por medio de ella, los usuarios pueden compartir enlaces profundos directamente a sus historias fuera de Instagram. Esto podría ser de gran utilidad para personas influyentes, figuras públicas y marcas que intentan construir sus comunidades con contenidos de historias cotidianas, en lugar de solo publicaciones de feeds con URL propia. La red social tampoco quiso comentar sobre la futura función.
En este sentido, la funcionalidad podría ser el deleite de la comunidad de marketing, a ellos les encantaría la idea de canalizar los clics publicitarios o los fanáticos de una marca de otros perfiles sociales a sus historias de Instagram. Imaginar enlaces de historias en Twitter, YouTube y otras, sería un paso más de lo ofrecido por Snapchat: un enlace profundo a los perfiles de usuarios. El mensaje significativo sería de innovación y no limitarse a copiar lo que otros ya hicieron.
Ambas redes sociales, Facebook e Instagram, son más cautelosas en el cuidado de la privacidad, considerando las miradas vigilantes proyectadas desde el Congreso de Estados Unidos; sin embargo, historias de estudiantes le devolverían el sentimiento de comunidad dentro de un grupo, cuyos contenidos serían irrelevantes o confusos en quienes no forman parte de dicha comunidad.
