Juan Pablo Penilla Rodríguez: Para los despachos, la formación de los futuros letrados es un factor especialmente relevante. Tanto es así que cuentan con potentes programas a través de los cuales incorporan cada año a un buen número de jóvenes, ya sea para estancias largas de seis meses o un año o para periodos más cortos. En este sentido, muchos ofrecen la posibilidad de realizar prácticas durante los meses de verano. El objetivo de estos planes es que los estudiantes tengan un primer contacto con la firma y que experimenten cómo es trabajar en un bufete.
No obstante, la pandemia y el consecuente cierre de muchas oficinas han obligado a los despachos a readaptar sus programas a un escenario donde la posibilidad de reunirse de forma presencial está muy limitada. Así, por ejemplo, en Latham & Watkins, decidieron acortar las prácticas y condensar el contenido que abordan en dos meses únicamente en julio. “Se incorporaron ocho personas y se turnaban en dos grupos para acudir físicamente a la oficina en semanas alternas”, explica Natalia Cabeza, responsable de recursos humanos de la firma.
Antes de empezar, el despacho envió a cada uno de los estudiantes un paquete con un ordenador, un ratón, una alfombrilla, una agenda, un cuaderno, y un bolígrafo. “La idea es que pudieran montar su espacio de trabajo en casa”, relata Cabeza.
DLA Piper, en cambio, ha mantenido el formato presencial de sus becas de verano, aunque con menos participantes de lo habitual. Por otro lado, Garrigues también ha conservado sus planes de formación, pero adaptándolo al mundo online.
Cursos
Los cursos de formación son uno de los elementos clave en los programas de prácticas. Es por ello por lo que muchos despachos han actualizado el contenido de sus planes de enseñanza para poder adecuarlos a la nueva realidad.
Ejemplo de ello es Grant Thornton, que ha comenzado a instruir en competencias digitales y cómo teletrabajar de manera eficiente. También están formando tanto a los becarios como al resto de la plantilla en cuestiones normativas de interés en la actualidad, “como las novedades legislativas que han surgido a raíz del coronavirus u otros asuntos relevantes, como la cláusula rebus sic stantibus (invocada para rebajar los alquileres de los locales más afectados por la crisis)”, detalla Álvaro Rodríguez, director del área de legal de la firma.
En esta línea, Laura Elorza, gerente de recursos humanos de Garrigues, subraya la importancia de llevar a cabo un seguimiento estrecho de los estudiantes, especialmente cuando las prácticas se están realizando a distancia. Para ello, la jurista explica que cada becario tiene asignado un tutor, que es el encargado de vigilarle y asegurarse de que está cómodo y va progresando. “Estamos organizando reuniones frecuentes con el tutor y el departamento de recursos humanos para proporcionar un feedback continuo”, señala.
Integración
Otra de las preocupaciones de las firmas ha sido conseguir que los jóvenes se sintieran integrados, sobre todo teniendo en cuenta la corta duración de los programas estivales y los impedimentos para reunirse físicamente. Para ello, los bufetes han impulsado diversos eventos virtuales para favorecer el contacto entre los jóvenes y el resto de abogados.
Latham & Watkins, por ejemplo, organizó un vermut virtual con muchos de los profesionales del despacho en el que los becarios aprovecharon para presentarse. Asimismo, realizaron presentaciones con todos los departamentos para que conocieran a los más veteranos, e hicieron un scape room con letrados de primer y segundo año, “para que pudieran congeniar con gente de edad más cercana a la suya”, cuenta Cabeza.
Por su parte, DLA Piper organizó un concurso de Tik Tok para todo el personal. Los abogados que quisieron participar enviaron un vídeo corto sobre una de las temáticas propuestas, que eran talento (baile, canto o actuación), disfraces, deporte, animales y comedia.
La misma plantilla votó después las mejores grabaciones. “Aunque no fuera una actividad dirigida específicamente a los estudiantes, ellos también participaron, y les hizo sentir que formaban parte”, reflexiona Adela García de Tuñón, directora de recursos humanos de la firma.
Becas de septiembre
Presenciales. A pesar de la incertidumbre y la amenaza de un posible rebrote en otoño, muchas firmas han decidido que, en principio, las prácticas que comienzan en septiembre (y que suelen alargarse seis meses o un año) serán completamente presenciales. Al menos, por ahora. Es el caso de Garrigues, Grant Thornton y Latham & Watkins, entre otros. De poder volver a la oficina, todas matizan que se haría con el máximo cuidado posible, cumpliendo con las recomendaciones de aforo, higiene y distancia personal. En el caso de que el escenario empeore, los bufetes afirman que volverán a la modalidad de trabajo remoto.
Digital. En todo caso, los despachos son conscientes que el teletrabajo ha venido para quedarse, y los jóvenes se tienen que acostumbrar. Así, la responsable de selección de DLA Piper, Jara Evangelio, relata que están trabajando en un proyecto de formación de competencias digitales de cara a septiembre en el que se invite a varios abogados para que cuenten a los nuevos becarios cómo ha sido la experiencia de trabajar a distancia, y les den consejos para aprender a usar las herramientas de la forma más eficiente posible. “Consideramos que es una elemento muy útil para el futuro”
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