Por Ana Lorena Mendoza Hinojosa/Ciudad de México.- El presidente Vladímir Putin elevó la apuesta en su guerra contra Ucrania y la OTAN al anunciar que Rusia suspende su participación en el tratado Nuevo START, un convenio firmado en 2010 para el control de armas nucleares.

El tratado era el único instrumento con vigencia hasta 2026 luego de una prórroga en 2021, que garantizaba un procedimiento consensuado para reducir estratégicamente el arsenal nuclear en el mundo.

En el contexto de la guerra de Ucrania y ante un abierto apoyo de la OTAN a ese país mediante el abastecimiento de armas, el mandatario ruso ha decidido pausar su participación en el tratado y se ha negado a permitir que sean inspeccionadas su instalaciones nucleares como lo contempla el documento.

“Ellos quieren que perdamos estratégicamente, lo que es cinismo profundo o tontería profunda. Pero no parecen imbéciles, ¿Quieren una derrota estratégica que nosotros aceptemos? Se equivocan. Rusia congela en este momento su participación en el Tratado de Fuerzas Estratégicas Ofensivas. Repito: Rusia no abandona el tratado, congela su participación”, dijo Putin en un reciente discurso ante los poderes de la Federación. 

El mandatario se ha cuidado de no abandonar definitivamente el tratado de control de armas nucleares, y simplemente ha congelado la participación de Rusia en el convenio, un hecho que Estados Unidos ha calificado de irresponsable y la OTAN se ha manifestado argumentando que el mundo será más peligroso sin ese programa de inspección nuclear.

“La OTAN nos ha exigido volver al convenio sobre armas estratégicas, exigiendo inspecciones. Es un teatro del absurdo. Sabemos que Occidente, junto con el régimen de Kiev, intenta atacar nuestras bases de aviación estratégica. Los drones que utilizan fueron desarrollados por la OTAN, y ahora quieren vigilar nuestros objetos estratégicos. Suena como un delirio”, dijo Vladimir Putin. 

El presidente ruso ha dicho que la confianza se ha roto en sus relaciones con Estados Unidos y los países de la OTAN. “Todo quedó en el pasado. Nuestras relaciones se han degradado y esto es mérito de los EE.UU., que después de la caída de la URSS han revisado los resultados de la Segunda Guerra Mundial y han destruido el sistema de seguridad creado en Potsdam y Yalta”. 

La amenaza nuclear ha estado presente en los meses que lleva la invasión a Ucrania, con discursos encendidos y diplomáticos blandiendo el poderío nuclear de Rusia y de los países de la OTAN.

Y aunque el uso táctico de las armas nucleares es poco probable, la tensión que genera y la presión en los cuartos de guerra se convierte en una amenaza que sube de tono en cada embestida bélica causando el estrés de guerra que alimenta la amenaza nuclear.

La amenaza de Vladímir Putin tiene letras chiquitas, y la suspensión de la participación de Rusia en el tratado de control de armas nucleares es reversible, dice un comunicado del Ministerio de Exteriores que acompañó el discurso del presidente ruso. “La decisión sobre la suspensión del cumplimiento del START III puede ser reversible”, y advierten que se deben de crear las condiciones para garantizar el tratado y fortalecer la seguridad y la estabilidad mundial.