La ciudad guatemalteca Tak’alik Ab’aj es declarado Patrimonio Mundial

Agencias, Ciudad de México.- El Parque Arqueológico Nacional Tak’alik Ab’aj, ubicado en Guatemala, ha sido inscrito en la prestigiosa Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO, marcando un hito significativo en la historia de la arqueología y la comprensión de la transición cultural de la civilización olmeca a la maya en México y Centroamérica.
Este impresionante sitio arqueológico, situado a unos 200 km al oeste de la capital guatemalteca en el municipio de El Asintal, alberga una riqueza de estructuras, esculturas y plazas ceremoniales rodeadas de exuberante vegetación y campos de café. Es un testimonio vivo de la evolución cultural que tuvo lugar en la región durante siglos.
Tak’alik Ab’aj, que significa “Piedra Parada” en idioma maya-k’iche’, fue una ciudad cosmopolita que inicialmente estuvo habitada por olmecas (1500 a.C. a 100 d.C.) y más tarde por mayas durante el período preclásico medio (800 a.C. a 300 a.C.). Este sitio es único en su capacidad para mostrar la transición entre estas dos civilizaciones, con evidencias de la escritura maya emergente y la influencia olmeca en sus monumentos.
Uno de los hallazgos más notables es una escultura de piedra tallada que comenzó en estilo olmeca y se completó con escritura maya incipiente, lo que la convierte en una pieza arqueológica excepcional. También se destacan las máscaras mortuorias de jade y otros artefactos que ilustran los cambios en las costumbres y la cultura olmeca en declive hacia la creciente influencia maya.
Este sitio abarca 650 hectáreas en las faldas de una cadena volcánica y contiene 356 monumentos, 133 de los cuales presentan seis formas diferentes de escritura. Además, las figuras zoomorfas son una característica distintiva del lugar.
Tak’alik Ab’aj, que estuvo ocupado durante 1,700 años desde el 800 a.C. hasta el 900 d.C., es un testimonio fascinante del amanecer de la era maya tras el declive de la cultura olmeca. Su inclusión en la Lista del Patrimonio Mundial de la UNESCO subraya su importancia como un laboratorio arqueológico único para comprender los cambios culturales y la transición histórica en esta región de América Central.
En Guatemala, este nuevo Patrimonio Mundial se une a otros tesoros culturales y arqueológicos, como la ciudad colonial de Antigua, las ruinas mayas de Tikal y Quiriguá, y la celebración de la Semana Santa, enriqueciendo aún más el rico patrimonio cultural y histórico del país.
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